Ciudad de México, 7 oct (EFE).– La serie ‘Nadie nos vio partir’ retrata el episodio más impactante en la infancia de la escritora mexicana Tamara Trottner, quien en su novela homónima narra cómo fue secuestrada junto a su hermano por su padre en México en la década de 1960.
Un acto que hoy se conoce como “violencia vicaria” y que atrapó a la codirectora de la producción, la argentina Lucía Puenzo.
En una alfombra roja que reunió al elenco de la nueva serie de Netflix con sus protagonistas, el actor Emiliano Zurita (Leo Saltzman) y la actriz Tessa Ía (Valeria Goldberg), y hasta a la autora, Puenzo afirmó a EFE que “el tema más moderno” de esta adaptación -que es un “díptico” del libro de Trottner- es el de “la violencia vicaria”, porque es algo que “recién ahora se está legislando en México” a pesar de que es un problema de mucho antes.
A la cineasta, de 48 años, le parece una “locura” que estemos en 2025 y todavía la mujer pueda ser víctima de este tipo de violencia, y considera que la vida de Valeria -la madre de Trottner y miembro de una familia judío mexicana- impulsa a la reflexión sobre “las ataduras del patriarcado, a la monogamia e incluso la institución matrimonial”.
“Tantas rigideces que no permiten sacarnos un poco las caretas y poder conversar puertas adentro y que cada quien elija qué vida quiere vivir. Creo que el único límite es no lastimar a los niños, ese sí es un verdadero límite. Aunque la serie no pone a ninguno como villano”, destacó.
Y es que la búsqueda desesperada de Valeria a sus hijos arrebatados por su esposo, Saltzman, es gran parte del corazón de los seis capítulos de esta producción que se estrenará el próximo 15 de octubre en Netflix, la cual además se rodó en tres continentes distintos, un tipo de rodaje bastante único para una pieza latinoamericana.
“Actualmente hay muchos ejemplos de mujeres que buscan incansablemente a sus hijos, y creo que está fatal que como sociedad nos acostumbremos a que esto sea una normalidad. Es un gran paso ponerle un nombre y decir: ‘Esto es violencia vicaria’. Al ponerlo en la pantalla, espero que estas violencias dejen de suceder, que los niños dejen de ser una moneda de cambio”, subrayó Ía.
Abrir la conversación

Una opinión que también comparte Zurita, quien se metió en la piel del padre de Trottner para expresar la complejidad que hay detrás de la paternidad que asume como el camino correcto el ejercer este tipo de prácticas violentas.
“Entender el punto de vista de Leo (el padre) no es justificarlo, sino que es necesario que se siga generando una conversación entre las familias sin la necesidad de huir. Al final, esta historia va sobre seres humanos imperfectos”, enfatizó el intérprete tras recalcar que a veces a la paternidad la rodea mucha “soledad y perdición”.
Esta noche se centró también sobre la autora, quien mientras firmaba ejemplares de ‘Nadie nos vio partir’ (2020) -que es una precuela de ‘Pronunciaré sus nombres’ (2024)- confesó a EFE que esta serie complementa lo que ella escribió en aquel libro donde depositó gran parte de los recuerdos de su infancia, con los que se ha “reconciliado”.
“Es la esencia de una familia rota (…) Y la serie capta muy bien esa mirada, ese no entender bien por qué papá de repente mentía, lo que dice la novela la serie lo refuerza mucho”, sostiene.
Para Trottner, llevar la memoria de esa niña de cinco años a la pantalla es otra forma de “catarsis”, un medio que le quebró por dentro, pero al mismo tiempo fue un mecanismo “poderoso” con el que vio su vida representada por otros seres humanos, que resultan ser grandes talentos del cine mexicano.
