Nueva York, 11 ago (EFE).- Un juez federal de Nueva York rechazó este lunes la petición del Gobierno de EE.UU. de divulgar el testimonio del gran jurado en el caso criminal contra Ghislaine Maxwell, expareja y cómplice del magnate Jeffrey Epstein.
Según el juez Paul A. Engelmayer, el argumento del Gobierno de que estas declaraciones arrojarían nueva información significativa sobre los delitos cometidos por Epstein y Maxwell “es falso”.
En este sentido, reveló que en los documentos no se acusa a ninguna otra persona, aparte de Maxwell y Epstein, de haber tenido relaciones sexuales con menores.
Y agregó que las transcripciones “no mencionan ni identifican a ningún cliente de Epstein o Maxwell”, ni tampoco indagan en las circunstancias de la muerte del magnate, que se suicidó en una cárcel de Nueva York antes de que se celebrara su juicio.
“La moción implica que los materiales son una mina sin explotar de información no revelada sobre Epstein, Maxwell y sus cómplices, pero definitivamente no lo son”, aseveró Engelmayer en su fallo.
El pasado julio, el Departamento de Justicia (DOJ) pidió revelar las transcripciones del gran jurado en un escrito firmado por la fiscal general, Pam Bondi, y el fiscal general adjunto, Todd Blanche.
En el documento, aseguraban que la solicitud respondía al interés público en torno a la investigación que realizó el DOJ y el Buró Federal de Investigaciones (FBI), que concluyó que el magnate no contaba con una “lista de clientes” famosos a los que había estado chantajeando.
La investigación dejó insatisfechos a los simpatizantes más acérrimos del movimiento Make America Great Again (MAGA), pues el presidente estadounidense, Donald Trump, había prometido revelar “la verdad” sobre el caso antes del comienzo de su segundo mandato.
Tiempo después, Trump pidió a Bondi que se movilizara para presentar todos los testimonios del gran jurado, siempre y cuando el tribunal lo autorizara.
A principios de este mes, Maxwell, que cumple una pena de 20 años en prisión, pidió al juez que no hiciera públicas las transcripciones.
Su defensa alegó que el interés del público en Epstein “no puede justificar una intrusión amplia en el secreto del gran jurado, en un caso en el que la acusada está viva y sus derechos al debido proceso permanecen”.