Nueva York, 25 jun (EFE).- Los neoyorquinos amanecieron hoy digiriendo los resultados de unas históricas primarias demócratas que han dejado atónitos a muchos en una ciudad donde hasta hace poco era impensable elegir a un candidato socialista, musulmán, prácticamente desconocido y sin experiencia política.
Un candidato llamado Zohran Mamdani, de solo 33 años, que ha sabido captar la atención con propuestas para enfrentar el alto coste de la vida en la cada vez más cara capital financiera del país.
Aunque Mamdani tiene aún que ganar las elecciones en noviembre, en esta ciudad mayoritariamente abrumadoramente quien gana la primaria resulta casi con certeza electo -en los diversos cargos- en la contienda final.
Asambleísta estatal de Nueva York desde el 2021, esa corta experiencia política no impidió que Mamdani se impusiera al tres veces gobernador Andrew Cuomo, de 63 años, un viejo lobo de mar, exsecretario de Vivienda federal y exfiscal general de Nueva York, que según las encuestas se perfilaba como vencedor, con el apoyo de pesos pesados como el exalcalde Michael Bloomberg y el expresidente Bill Clinton.
Cuomo analiza si aspirará como independiente en noviembre, tal y como hará el alcalde Eric Adams, que buscará la reelección por su cuenta, fuera de Partido Demócrata.
“Su elección demuestra que cuando hay candidatos con ideas concretas, aunque no tengan experiencia administrativa, puedes expandir el electorado (gemócrata). En este caso, expandir el electorado entre la gente joven”, que “entendieron que su voto podía cambiar el status quo” dijo a EFE el veterano estratega político, Luis Miranda.
Destacó que Mamdani contó con gran apoyo de vecindarios latinos y electores jóvenes y votantes blancos en Manhattan que quieren ver cambios, como ocurrió cuando Alexandra Ocasio Cortez, entonces de 28 años y desconocida para los electores, sorprendió al derrotar en las primarias de 2018 al veterano congresista Joseph Crowley .
Basil Smikle, exdirector ejecutivo del Partido Demócrata del estado de Nueva York destacó también la participación de los jóvenes en declaraciones que hizo al New York Post.
“La victoria de Mamdani brinda un momento para que los progresistas y los votantes más jóvenes definan el futuro del Partido Demócrata. No hay duda alguna “, afirmó al Post Basil Smikle, exdirector ejecutivo del Partido Demócrata del estado de Nueva York.
Mamdani conectó con los votantes llevando su mensaje en inglés, urdu y español -con ocurrentes vídeos- de temas que son prioridad como la carestía de la vida, prometiendo autobuses gratis (ahora se paga tres dólares por trayecto), congelar alquileres, cuidados infantiles universales o supermercados administrados por la ciudad (más baratos) pagados con impuestos progresivos.
“Esta es una ciudad donde uno de cada cuatro habitantes vive en la pobreza, donde 500.000 niños se van a dormir con hambre cada noche”, dijo Mamdani en una reciente entrevista con la BBC.
Un toque de atención a un Partido Demócrata alejado de sus bases
Pero su triunfo es mucho más que otra elección primaria: es un mensaje al Partido Demócrata con una tarea relegada de volver a prestar atención a su base.
“Esto es un mensaje contundente de que el Partido Demócrata tiene que ir a sus raíces, que es hablarle a la clase trabajadora de las cosas que les preocupan. Si perdimos la elección presidencial por el coste de los huevos, ganamos la alcaldía con (la propuesta) de congelar el alquiler. La preocupación de la gente normal es cómo van a seguir viviendo en Nueva York”, lo que Mamdani entendió, indicó Miranda.
Miranda no considera que la elección haya creado división entre los demócratas, más allá de lo que provoca cada comicio. “Todas las elecciones tienen que dividir gente porque hay que votar por uno u otro y porque hay contraste entre esas posiciones. Ahora, la labor del Partido y sus líderes es cómo aprendemos de lo que ocurrió y tenemos un partido más fuerte” .
También considera que de resultar electo, Mamdani tiene la capacidad para enfrentar al presidente republicano Donald Trump, con sus agresivas políticas de deportaciones, de recorte de fondos para ciudades amigas de inmigrantes, de castigar lo que considera antisemita -de lo que han acusado a Mamdani- y de políticas contra musulmanes porque es de los que puede tener una conversación pero también levantar la voz “cuando eres un jaquetón de pueblo”.