Nashville (EE.UU.), 24 jun (EFE).- El Geodis Park de Nashville, una joya de los estadios estadounidenses, se convertirá este martes en la Bombonera por un día, repleto de aficionados de Boca Juniors que desafiaron los 35 grados y la humedad de la ciudad de Tennessee para alentar al Xeneize en busca de un milagro para avanzar a los octavos de final del Mundial de Clubes.

Boca necesita anotar siete goles al Auckland City, ya eliminado, y esperar que el Bayern Múnich gane al Benfica para plantarse en los octavos.

La hinchada de Boca tiene fe. Se jugará a las 14.00 hora local en Nashville, con 35 grados y sol, pero el Xeneize volverá a contar con un apoyo inmejorable.
La afición argentina ya había regalado imágenes espectaculares en Miami, donde Boca disputó sus dos primeros partidos de la fase de grupos, y en las últimas horas manifestó su apoyo a su equipo con cánticos y banderazos en varias zonas de la ciudad.
Por los aledaños del Geodis Park se ven camisetas de Boca de Edinson Cavani, titular en el once de Miguel Ángel Russo, pero también de glorias como Juan Román Riquelme.
Algunos hinchas eligieron unas camisetas con el número 10 de Diego Armando Maradona y otros acudieron al estadio con la elástica de la selección argentina.
El 10 de Leo Messi, pero también el 21 de Paulo Dybala, se ven por los vomitorios del estadio.
El estadio tiene asientos blancos, amarillos y azules, los colores del Nashville SC de la MLS, algo que contribuye en crear un ambiente aún más a favor de Boca.
El equipo de Russo arrancó el torneo con un empate 2-2 con el Benfica y perdió por 1-2 ante el Bayern Múnich en la segunda jornada, lo que le deja contra la pared en Nashville.