Washington, 21 may (EFE).- El presidente estadounidense, Donald Trump, no aclaró este miércoles si acudirá a la cumbre de líderes del G20 prevista en noviembre en Sudáfrica en un momento marcado por los choques diplomáticos entre Washington y Pretoria y la ausencia voluntaria de EE.UU. en todas las citas del foro que se han celebrado este año en suelo sudafricano.
Durante su encuentro de hoy en la Casa Blanca con el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, los medios preguntaron a Trump sobre la importancia de la presencia de EE.UU. en la cumbre y sobre si tiene previsto participar.
“Creo que, sin Estados Unidos, (la cumbre) realmente no es muy importante, porque ya no es la misma reunión”, respondió Trump, que no aclaró si estará o no en Johannesburgo para la cita que se celebra el 22 y 23 de noviembre y que aprovechó a su vez para criticar nuevamente la expulsión de Rusia del G7, foro del que fue excluido tras su invasión de Crimea en 2014.
Su ambigua respuesta llega un día después de que el secretario de Estado, Marco Rubio, apuntara ante un comité del Senado que Trump no tiene intención de estar en la mencionada cumbre debido a que Sudáfrica no se ha alineado con la política exterior estadounidense desde el retorno del neoyorquino a la Casa Blanca en enero.
Washington no ha enviado a ningún miembro del Ejecutivo a las cumbres de ministros del G20 que se han celebrado este año en Sudáfrica, país que ostenta la presidencia rotatoria del foro, que recaerá precisamente en EE.UU. a partir de diciembre.
“Como le dije al presidente Trump, Estados Unidos realmente está en el origen del G20 y es importante que siga desempeñando un papel clave en él”, dijo en la Casa Blanca Ramaphosa tras la intervención de Trump
“Cuando hablé inicialmente por teléfono con el presidente Trump le dije ‘quiero que venga a Sudáfrica en una visita de Estado y también quiero que participe en el G20’. Y con gusto le voy a ceder el liderazgo del G20 en noviembre para que lo asuma”, añadió el mandatario sudafricano tras un tenso encuentro con su homólogo estadounidense.
Durante la reunión en el Despacho Oval, ambos líderes chocaron sobre si está ocurriendo o no un “genocidio” contra la minoría blanca afrikáner en Sudáfrica, uno de los asuntos que han contribuido a tensar las relaciones bilaterales desde enero.