Washington, 30 abr (EFE).- El índice de precios de gastos de consumo personal (PCE, en inglés) en Estados Unidos, un dato clave que la Reserva Federal (Fed) observa de cerca en sus decisiones sobre los tipos de interés, cerró el mes de marzo con un alza del 2,3 % interanual, un dato ligeramente menor que el 2,5 % de febrero, informó este miércoles la Oficina de Estadísticas Económicas (BEA).
Según el informe, en términos mensuales los precios se mantuvieron sin cambios, frente al 0,4% de febrero.
Excluyendo los alimentos y la energía, los elementos más volátiles, el índice subyacente de precios del PCE aumentó un 2,6 % en comparación con el mismo mes de 2024, dos décimas menos que en febrero, en línea con lo previsto por los analistas.
Los precios de los bienes energéticos y servicios relacionados decrecieron un 2,7% en marzo, mientras que los precios de los alimentos experimentaron su mayor aumento desde septiembre, con una subida de un 0,5% con respecto a febrero.
El gasto de consumo aumentó un 0,7% respecto a febrero.
El índice de precios PCE se calcula con base en la inflación (o deflación) de una amplia gama de gastos de consumo y refleja los cambios en el comportamiento del consumidor.
Es clave para la Fed, que lo observa de cerca a la hora de decidir sobre política monetaria, junto con la inflación subyacente, el desempleo o el Producto Interior Bruto (PIB), que se contrajo un 0,3 % en el primer trimestre del año, el primer dato negativo desde 2022, según informó este miércoles la BEA.
Los tipos se encuentran actualmente en una horquilla del 4,25 al 4,5 % y la próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) para evaluar posibles subidas o bajadas tendrá lugar el 6 y 7 de mayo.