Washington, 7 abr (EFE).- El Tribunal Supremo de Estados Unidos suspendió “hasta nueva orden” este lunes la orden de una corte inferior que ordena la vuelta a Estados Unidos de un migrante salvadoreño enviado por error a la cárcel de máxima seguridad de El Salvador, después de que la Administración de Donald Trump lo pidiera.
“(La orden) queda suspendida hasta nueva orden del abajo firmante o del Tribunal”, informó el Alto Tribunal en una declaración firmada por su presidente, el conservador John Roberts.
El tribunal alargó el plazo que tiene el Gobierno estadounidense para traer de regreso a Kilmer Armado Ábrego García, que según había dictaminado la jueza Paula Xinis en un tribunal de Maryland acababa este lunes.
Roberts ordenó, además de la pausa, que las partes aportasen más argumentos al tribunal antes de mañana 8 de abril a las 17 horas de Washington (21.00 GMT) para poder decidir sobre el caso.
El Gobierno estadounidense había apelado la decisión de la magistrada Xinis en el Tribunal de Apelación del Cuarto Distrito, pero esta corte declinó intervenir de inmediato, lo que propició que la Administración recurriera al Supremo.
El Ejecutivo señaló en su escrito que “la Constitución encarga al presidente, no a los tribunales federales de distrito, la conducción de la diplomacia exterior y la protección de la nación contra terroristas extranjeros, incluyendo su deportación”.
Ábrego García, residente en el condado de Prince George en Maryland y casado con una estadounidense, fue puesto en la mira de las autoridades después de que en 2019 un informante asegurara que era miembro de la banda criminal MS-13 (Mara Salvatrucha).
Aunque inicialmente se decretó que podía ser deportado, tras solicitar asilo un juez le concedió una suspensión de dicha orden, de acuerdo a la demanda.
Sin embargo, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) le detuvo el pasado 12 de marzo argumentando que su estatus había cambiado y lo enviaron a un centro de detención en Texas.
Desde allí fue enviado en uno de los tres aviones que el 15 de marzo transportaron a más de 200 venezolanos y decenas de salvadoreños a El Salvador, donde fueron confinados en el Cecot, la cárcel de máxima seguridad de ese país.
El Gobierno estadounidense admitió ante una corte que su envío a El Salvador fue un “error administrativo”.