Nueva York, 4 mar (EFE).- La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ordenó hoy que 15 empleados del Departamento de Correcciones se sometieran a una baja laboral mientras la policía investiga la reciente muerte de un reo en una prisión del norte del estado.
La Fiscalía general de Nueva York ha iniciado una evaluación preliminar sobre la muerte de Messiah Nantwi de 22 años, que estaba en el Centro Correccional MidState, la pasada semana.
“Mientras la investigación de este incidente continúa, los primeros informes apuntan a una conducta extremadamente perturbadora que condujo a la muerte de Nantwi y estoy comprometida a que todos los involucrados rindan cuentas”, dijo Hochul en un comunicado.
El suceso se produce luego de que el pasado febrero 10 guardias de seguridad fueran acusados de asesinato por la muerte de otro reo, Robert Brooks a quien golpearon en la enfermería de una prisión del estado mientras estaba esposado, según fue captado por sus cámaras corporales.
La muerte de Nantwi ocurrió mientras los guardias de seguridad de las prisiones del estado están en una huelga que debió terminar el sábado tras un acuerdo inicial con la Administración de Hochul.
Sin embargo, la huelga, que está prohibida para empleados públicos, se alarga ya 15 días y según el diario New York Times siete reos han muerto en ese periodo, dos de ellos en el centro penitenciario de Auburn, en el centro de Nueva York, presuntamente porque no recibieron atención médica rápida.
En la notoria prisión de Sing Sing, al norte de la ciudad, donde los reclusos habían estado confinados en áreas de alojamiento durante más de una semana, un hombre se ahorcó en su celda sin que hubiera nadie cerca para intervenir, indica.
De acuerdo con el diario, en algunas cárceles los reclusos no han recibido comida caliente ni han podido ducharse, otros han faltado a sus audiencias judiciales o languidecen sin los medicamentos, los servicios o la atención mental que necesitan, según entrevistas con prisioneros, miembros del personal y soldados de la Guardia Nacional enviados a las prisiones tras decretarse la huelga.
Hochul afirmó que la muerte de Nantwi es un recordatorio “de la necesidad de un cambio sistémico real” en las prisiones y recordó las medidas que ha tomado tras el asesinato de Brooks, como el uso de cámaras corporales, ampliar las líneas directas para denunciantes y contratar expertos externos para una revisión cultural de todo el sistema.
La gobernadora hizo un llamado a los trabajadores de las prisiones para que regresen a trabajar porque el paro “constituye un riesgo importante para la seguridad”.