Washington, 2 ago (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó este martes de “esencial” la prórroga a la tregua alcanzada en el Yemen entre las partes, pero advirtió de que no es “suficiente en el largo plazo”.
Por ello instó en un comunicado a las partes a aprovechar “esta oportunidad” para trabajar de forma constructiva bajo el auspicio de la ONU para alcanzar un “acuerdo inclusivo y global” que allane el camino a una resolución “duradera” al conflicto.
De esta forma el mandatario estadounidense reaccionaba al anuncio del enviado especial de la ONU, Hans Grundberg, de un pacto entre las partes implicadas en la guerra para ampliar durante otros dos meses la tregua que entró en vigor en abril pasado.
Grundberg ha actuado de mediador junto con negociadores de Omán desde el primer compromiso para cesar las hostilidades.
Biden recordó que la ampliación de la tregua y una solución duradera al conflicto fueron temas principales de discusión durante la visita que hizo el mes pasado a Arabia Saudí.
En ese sentido, aseguró que el rey saudí, Salmán bin Abdelaziz, y el príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, le transmitieron su “pleno compromiso” con la prórroga a la tregua y “han demostrado ese compromiso durante el curso de las discusiones de las últimas semanas”.
Biden indicó que el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, también ha estado involucrado en los esfuerzos para avanzar en ese cese de las hostilidades y que llegó a telefonear durante el fin de semana a su homólogo omaní y al presidente del Consejo de Liderazgo Presidencial del Yemen, Rashad al Alimi.
El anterior presidente del país, Abdo Rabu Mansur Haid, cedió todos sus poderes en abril a este consejo, compuesto por representantes de las distintas facciones que combaten a los hutíes.
La renuncia de Hadi y el nombramiento del Consejo de Liderazgo Presidencial fueron interpretados como un intento de Riad de alcanzar una salida negociada al conflicto con los hutíes.
Biden dijo que ahora es crucial que todas las partes en el conflicto cumplan con los compromisos contraídos con el acuerdo para prorrogar la tregua.
Precisamente este martes, el Gobierno de EE.UU. autorizó la venta de 300 misiles Patriot a Arabia Saudí en una transacción valorada en 3.050 millones de dólares.
El conflicto en el Yemen estalló cuando los rebeldes hutíes ocuparon en septiembre de 2014 la capital, Saná, y otras provincias del norte y centro del país.
La guerra se recrudeció en marzo de 2015 cuando la coalición militar integrada por países suníes y respaldada por EE.UU. intervino directamente en el Yemen a favor de las fuerzas leales a Hadi.
Desde entonces, la coalición árabe encabezada por Arabia Saudí ha impuesto un bloqueo aéreo y naval que dificulta enormemente y a veces impide la transferencia de asistencia humanitaria hacia el país.