Washington, 21 ene (EFE).- Los líderes de las organizaciones ultranacionalistas Oath Keepers y Proud Boys salieron de prisión este martes gracias al indulto y las conmutaciones que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, concedió a los encausados por el asalto al Capitolio de 2021 tras su toma de posesión.
La puesta en liberta del exlíder de Proud Boys Enrique Tarrio y el fundador de Oath Keepers, Stewart Rhodes, está cargada de simbolismo, porque fueron las dos organizaciones que lideraron el violento asalto y porque la orden se hizo efectiva pocas horas después de que Trump la firmara.
Este perdón presidencial, una de las promesa electorales del republicano, fue una de la primeras órdenes ejecutivas que firmó y según dijo afectará a cerca de 1.500 de los encausados por el ataque que buscaba impedir que se certificara la victoria del expresidente Joe Biden en las elecciones de 2020.
Entre los perdonados, a los que Trump se refirió como “rehenes”, la orden destaca la conmutación de penas de 14 miembros de las organizaciones extremistas de los Oath Keepers y los Proud Boys, incluyendo sus nombres.
Uno de ellos era Rhodes, que estaba condenado a 18 años de prisión.
Tarrio, por su parte, fue penado por un juez de del Distrito de Columbia por un delito de “sedición” a 22 años de prisión.
Desde que se anunció la medida, un grupo de seguidores de Trump se concentró en las puertas del centro de detención de la capital estadounidense esperando a su puesta en libertad. Aunque se desconoce cuándo serán efectivos todos los indultos.
Además, mientras Trump tomaba posesión de su cargo, cerca de medio centenar de personas pertenecientes a los Proud Boys marcharon por las calles de Washington escoltados por policías, que los separaba de manifestantes espontáneos antitrumpistas que se enfrentaron verbalmente con ellos.
Más de 730 personas han sido condenadas por su participación en ese intento de insurrección, según datos del Departamento de Justicia, y unas 300 siguen pendientes de juicio, algunas por delitos violentos, como agresiones a policías.
Cuatro personas fallecieron en el asalto al Capitolio y más de 140 agentes resultaron heridos. E