Nueva York, 12 nov (EFE).- Un juez federal de Nueva York programó hoy para el 14 de abril de 2025 el nuevo juicio por la demanda de Sarah Palin, exgobernadora de Alaska y excandidata a la Vicepresidencia de EE.UU., contra el diario The New York Times (NYT) por difamación, por un caso que se remonta a 2017.
Palin demandó al NYT en 2017, después de que el medio publicara un editorial en el que aludió a un tiroteo sucedido en 2011 en el que murieron seis personas y donde resultó gravemente herida la entonces congresista demócrata Gabby Giffords, y lo vinculó a la conocida política republicana.
Inicialmente la demanda fue desestimada, pero en 2019 un tribunal de apelaciones invalidó ese fallo y la cuestión fue a juicio en 2022. Tampoco tuvo éxito entonces, pues el juez anunció que la desestimaría tras el veredicto del jurado, y este lo declaró no culpable por falta de pruebas.
Ese resultado fue recurrido por la defensa de Palin, y a mediados de este año 2024 el tribunal de apelaciones decidió que el juez Jed Rakoff cometió errores en el juicio que restaban fiabilidad al veredicto del jurado.
Según el canal ABC News, en la audiencia de hoy, ambas partes objetaron a la nueva fecha de abril, se mostraron abiertas a alcanzar un acuerdo para cerrar el caso y Rakoff les dijo que si valoran seriamente esa posibilidad deberían concretarla cuanto antes.
En Estados Unidos, la prensa cuenta con importantes protecciones que hacen muy difícil que prosperen este tipo de demandas por difamación, ya que la persona que denuncia debe presentar pruebas de que el medio en cuestión actuó con mala intención.
En el editorial de 2017, el NYT vinculaba el suceso con un mapa distribuido por la campaña de acción política de Palin que señalaba varios distritos electorales, incluido el de Giffords.
El diario reconoció su error y publicó una corrección dos días después, pero Palin insiste en que la publicación actuó con mala fe para tratar de perjudicarla y ha tratado de buscar una compensación económica.
En el juicio previo, los abogados del diario insistieron en que el medio actuó rápidamente para corregir el error y, según dijeron, no había pruebas creíbles de que la publicación de aquel editorial supusiera perjuicio para Palin.
El caso despertó mucha expectación en Estados Unidos, tanto por la fama de la demandante como por sus posibles consecuencias para los medios, pues numerosos analistas lo veían como emblema de un posible giro en la Justicia estadounidense (en este caso contrario a la prensa) en este tipo de procesos.