Washington, 26 jul (EFE).- Los bomberos han contenido un cuarto del incendio cercano al Parque Nacional de Yosemite que se inició el viernes pasado en California y ha devastado hasta este martes más de 7.310 hectáreas en el Condado Mariposa, informó la agencia estatal CalFire.
“Las cuadrillas de labores continúan proporcionando defensa de estructuras”, señaló este martes la agencia, que mantiene cerradas más de una docena de caminos en el Bosque Nacional de la Sierra.
Agregó que la sequía persistente, el material combustible y la mortalidad de árboles siguen contribuyendo a la propagación del incendio Oak, controlado en un 26 % hasta el momento.
CalFire señaló que durante la noche pasada los niveles de humedad fueron levemente más alto, al tiempo que el humo causado por el incendio ha disminuido la visibilidad al norte del área en llamas.
Las autoridades han confirmado daños en 41 estructuras residenciales o comerciales y Cal Fire ha movilizado 24 helicópteros, 302 camiones de bombeo, 82 retroescavadoras, 68 camiones cisternas y casi 3.000 bomberos.
El incendio forestal cerca del Parque Nacional de Yosemite ha continuado extendiéndose y su humo ya alcanzó el lunes el área de la Bahía de San Francisco, ubicada unos 250 kilómetros al oeste del área en quema.
Miles de residentes escaparon del incendio, uno de los cinco actualmente activos en California, en las laderas de la Sierra Nevada, una región que experimenta la peor sequía en décadas.
El gobernador de California, Gavin Newsom, ha declarado una emergencia estatal en ese condado, donde más de 3.000 personas han evacuado sus casas. El servicio de electricidad en el área se interrumpió el viernes.
Las autoridades han ordenado la evacuación en algunos sectores del Condado Mariposa al sur y al este de donde las llamas siguen propagándose fuera de control.
California, al igual que la mayor parte de Estados Unidos, ha experimentado semanas de temperaturas muy altas y en años recientes ese estado en la costa Oeste ha sido escenario de incendios forestales más extensos.
El denominado “incendio Roble” comenzó mientras los bomberos hacían progresos en su batalla con otro incendio anterior, denominado Washburn, que ardió en los lindes de un bosque de secuoyas gigantes en el extremo sur del Parque Nacional Yosemite.
“La vegetación es muy receptiva a nuevos incendios puntuales debido al clima cálido y seco y a la sequía. Los combustibles pesados, los vientos fuertes y la baja humedad también influyen en el comportamiento del fuego”, señaló la agencia californiana.