Madrid, 27 oct (EFE).- De una noche marcada en rojo en el calendario de Kylian Mbappé ante un rival al que le había marcado seis goles en cuatro partidos, a exponer en el clásico su dubitativo arranque de temporada en el Real Madrid. Ocho fueras de juego y tres mano a mano perdonados ante el Barcelona que ponen de relieve las dudas sobre su rendimiento.
Un arranque de su “sueño de jugar en el Real Madrid” que no está arrancando de la mejor manera posible. Catorce partidos en los que ha anotado ocho goles y con solo un destello, en su gran gol desde fuera del área contra el Celta de Vigo.
Sin ser un factor diferencial aún en el Real Madrid, el clásico aparecía como su oportunidad para ser su gran noche, y acabó siendo una de las peores; expuesto por los fueras de juego.
Hasta en ocho ocasiones cayó Mbappé en fuera de juego contra el FC Barcelona. La ‘trampa’ que implantó Flick en su Barça, que está ejecutando a la perfección y en la que cayó el galo de forma reiterada.
Tanto que casi iguala su cifra de fueras de juego en su 13 partidos anteriores -nueve- y solo en un encuentro -frente al Espanyol- le habían pitado más de uno -dos-.
No estuvo fino Mbappé a la hora de buscar la debilidad de la defensa del Barcelona y aprovechar su gran velocidad, que no le obliga a tener que vivir tan en el alambre, pero no hubo conexión con los pasadores ni buena colocación.
Tampoco buena puntería cuando estaba en posición legal. Es más, solo superó a Iñaki Peña en dos ocasiones cuando partió en fuera de juego, ambas con grandes definiciones: una picada y un disparo potente cruzado; buen hacer que no pudo repetir en posición legal.
En el arranque del partido se produjo ya la imagen que se iba a repetir durante el encuentro: un mano a mano fallado por Mbappé. Igual que la situación en la que en 2022 anotó con la camiseta del PSG en el Santiago Bernabeu, encaró al portero rival y buscó el palo corto: con el PSG superó a Courtois y frente al Barça mandó el balón al lateral de la red.
Primera acción de peligro en el minuto dos, anulada por fuera de juego y desaprovechada por un Mbappé que fue superado en la segunda mitad por Iñaki Peña.
Tres mano a mano con el guardameta azulgrana que no acertó a definir. Dos de ellos de cara a portería en las que estrelló el balón en el cuerpo de Iñaki Peña y otra escorado a la izquierda en el que buscó el primer palo sin acierto.
Además, las dos primeras ocasiones con aún 0-2 en el marcador que podrían haber cambiado el devenir de un partido que acabó en goleada y con Mbappé como uno de los señalados.
Señalado por su falta de acierto de cara a portería, por sus ocho veces en posición antirreglamentaria y por su poca participación en el juego, con solo 11 pases intentados, el futbolista que menos intentó de los titulares en el clásico.
Óscar Maya Belchí