Ciudad de México, 20 ago (EFE).- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, tachó este martes de “ilegal” la huelga que convocaron los jueces y trabajadores judiciales contra la reforma del Gobierno para que haya elecciones en el Poder Judicial, pero minimizó sus consecuencias al afirmar que “no pasa nada”.
“No va a suceder nada, no pasa nada, y en lo que a nosotros corresponde: respeto absoluto a su huelga, libertad. Establece la ley, ellos lo saben, que es ilegal lo que están haciendo o lo que van a hacer, pero no nos corresponde a nosotros sancionar”, declaró el mandatario en su conferencia matutina.
El gobernante mexicano minimizó el paro que este lunes convocó la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (Jufed), que a partir del miércoles harán una huelga nacional contra la reforma judicial que el oficialismo pretende votar en septiembre.
La iniciativa de López Obrador permitirá desde 2025 elegir por voto popular a jueces, magistrados y a ministros de la Suprema Corte, por lo que la Jufed argumenta que afectaría la carrera judicial y, “sin duda alguna, abriría la posibilidad de que grupos de poder, incluso ilegales, ejerzan presión”.
En este contexto, el presidente argumentó que “lo que está detrás” de la oposición a la reforma, “es mantener privilegios y seguir haciendo a un lado al pueblo, un Poder Judicial al servicio de una minoría”.
“Nosotros no tenemos ningún problema (con el paro), nada más que queremos dejar de manifiesto que es completamente injusto el que se quiera sostener, porque eso va en contra de los intereses de nuestro país y de nuestro pueblo, un sistema judicial entregado por entero a una minoría rapaz”, expresó.
López Obrador aseveró que “a la mayoría de los mexicanos no les va a importar” la huelga del Poder Judicial y que, incluso, “hasta va a ayudar”.
“Si no están los jueces, si no están los magistrados, si no están los ministros en activo, tenemos cuando menos la garantía de que no van a dejar libres a delincuentes del crimen organizado. Y, cómo no van a trabajar los juzgados, tampoco va a haber libertad para delincuentes de cuello blanco”, expuso.
El oficialismo prevé votar la reforma constitucional del Poder Judicial en septiembre, cuando tenga la mayoría calificada, de dos tercios del Congreso, para modificar la Constitución sin obstáculos.