Miami, 15 ago (EFE).- La campaña de Donald Trump anunció este jueves el lanzamiento de ‘Voces judías a favor de Trump’, una coalición compuesta por líderes y miembros de esta comunidad en Estados Unidos que se declara afín a la candidatura del republicano en las elecciones presidenciales del próximo noviembre.
“Jewish Voices for Trump (Voces judías por Trump) se une con una sola voz para garantizar que el presidente Donald J. Trump se convierta en el próximo presidente de los Estados Unidos”, resalta la campaña del expresidente sobre los objetivos de la coalición.
Los integrantes de la misma ven con preocupación el auge “del antisemitismo radical de izquierda” en calles y campus universitarios, y reconocen los logros a favor de “la estabilidad de la comunidad judía” en el país y el extranjero alcanzados durante el Gobierno de Trump (2017-2021), según un comunicado de la oficina de campaña del expresidente.
Para quienes se sienten “traicionados por los muchos cambios de opinión de la Administración (del presidente de EEUU, Joe) Biden en cuanto a la seguridad de la comunidad judía y el Estado de Israel, sí tienen un hogar. Es con el Partido Republicano y con el presidente Donald J. Trump”, arenga la nota.
La oficina de la campaña resalta incluso no solo el compromiso de Trump de “restaurar la paz y la prosperidad” en Israel, sino en el “mundo entero” si es que regresa a la Casa Blanca.
El lanzamiento de esta coalición se da el mismo día en que el expresidente señaló que durante el encuentro que sostuvo en julio pasado en Florida (EEUU) con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, le instó a terminar “rápido” la guerra en Gaza diciéndole: “La matanza tiene que parar”.
En una rueda de prensa que ofreció hoy en su club de golf privado en Bedminster (Nueva Jersey), Trump señaló que aquel encuentro de más de dos horas celebrado en su mansión de Mar-a-Lago ha constituido la última vez que ha hablado con Netanyahu.
Reportes de prensa habían afirmado que ambos conversaron el miércoles por teléfono supuestamente sobre las negociaciones de una tregua en el conflicto en Gaza, un supuesto que ha sido desmentido por el primer ministro israelí y hoy corroborado por el expresidente estadounidense.