Washington, 30 jul (EFE).- Los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos pagaron en 2022 unos 96.700 millones de dólares en impuestos federales, estatales y locales y su legalización aumentaría su contribución para beneficio del país, según un análisis del Institute on Taxation and Economic Policy (ITEP, en inglés) revelado este martes.
El grupo de estudios independiente y con sede en Washington señaló que indocumentados pagaron en concepto de impuestos federales, estatales y locales 8.889 dólares por persona, lo que significa que por cada millón de inmigrantes indocumentados que residen en el país los servicios públicos obtienen 8.900 millones adicionales.
El análisis de ITEP encontró que más de una tercera parte de los impuestos que pagan los inmigrantes indocumentados son sobre el salario, y “son esos impuestos los que se destinan para financiar programas a los que estos trabajadores tienen prohibido acceder”, apuntó el informe.
En 2022, los indocumentados pagaron en impuestos 25.700 millones al Seguro Social, 6.400 millones al seguro público para personas de la tercera edad conocido como Medicare y 1.800 millones al Seguro de Desempleo.
En la gran mayoría de estados (40), los indocumentados pagan tasas impositivas estatales y locales más altas que el 1 por ciento de los hogares más ricos. Y seis estados recaudaron más de 1.000 millones cada uno debido a los ingresos fiscales generados por los inmigrantes sin estatus legal.
California es el estado que recibió más aportes en pago de impuestos de los indocumentados en 2022 con 8.500 millones de dólares, seguido por Texas 4.900 millones, Nueva York 3.100 millones, Florida 1.800 millones, Illinois 1.500 millones y Nueva Jersey con 1.300 millones.
Los resultados del informe se revelaron justo cuando la campaña del expresidente Donald Trump (2017-2021) ha hecho de la inmigración indocumentada uno de sus principales temas amenazando con “la mayor deportación” en la historia de EE.UU.
El análisis también encontró que a los indocumentados las leyes les exigen pagar más impuestos sobre sus ingresos que a los ciudadanos estadounidenses que están en situaciones similares.
Los inmigrantes indocumentados frecuentemente tienen prohibido recibir créditos fiscales significativos y, a veces, no reclaman los reembolsos en concepto de retención debido al desconocimiento, a la preocupación por su estatus migratorio y a la falta de acceso a la asistencia para la preparación de impuestos.
El estudio divulgado hoy afirma que si se proporcionara la autorización de trabajo a los inmigrantes indocumentados, se aumentarían sus contribuciones fiscales debido a que sus salarios y sus tasas de cumplimiento fiscal aumentaría.
Además añadió que si se otorgara una autorización de trabajo a todos los inmigrantes que están indocumentados actualmente, sus contribuciones fiscales se incrementarían de 40.200 millones a 136.900 millones por año.