Miami, 26 jun (EFE).- Las autoridades migratorias de EE.UU. informaron de la llegada este miércoles de al menos 118 migrantes haitianos en un carguero de vela a Cayo Hueso, uno de los islotes de los Cayos de Florida en el extremo sur estadounidense.
Entre los migrantes, que desembarcaron al norte de Higgs Beach, en las cercanías de la Reserva Natural de Cayo Hueso, hay una treintena de mujeres y una decena de niños.
Según la Patrulla Fronteriza, aproximadamente a las 4:00 hora local (8:00 GMT) agentes federales con el apoyo de agentes policiales federales, estatales y locales respondieron a la llegada de los migrantes.
La agencia federal detalló que los servicios de emergencias médicas locales están en el lugar evaluando el estado de los migrantes y que un menor y un adulto tuvieron que ser ingresados en el Lower Keys Medical Center.
Los migrantes, bajo custodia de la Patrulla Fronteriza, dijeron a las autoridades que estuvieron en el mar durante siete días.
Todos ellos serán trasladados a instalaciones de la Patrulla Fronteriza en la ciudad de Marathon, en los Cayos, y a Dania Beach, en el condado de Broward, al norte de Miami.
La Coalición de Inmigrantes de Florida (FLIC), que vela por los derechos de estos, pidió este miércoles a las autoridades un trato humanitario para más de un centenar de migrantes haitianos, incluidos niños, que “soportaron un peligroso viaje de siete días por mar en busca de seguridad y protección, y poniendo de relieve la creciente violencia y la crisis humanitaria en Haití”.
“La situación en Haití es más que desesperada. La gente está huyendo para salvar sus vidas, buscando seguridad y una oportunidad de sobrevivir. Instamos a nuestro Gobierno a tratar a estas personas con la compasión y dignidad que merecen”, dijo en un comunicado Tessa Petit, directora ejecutiva de FLIC y originaria de Haití.
Petit subrayó que la respuesta de las autoridades “no es criminalizar la búsqueda de seguridad” por parte de los migrantes, sino “brindarles apoyo y protección”.
La activista hizo además un llamado a la Administración Biden para que cumpla, dijo, “su compromiso asumido el 10 de junio de 2022 de proteger la seguridad y la dignidad de todos los migrantes y solicitantes de asilo”.
El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, firmó en marzo pasado tres proyectos de ley diseñados para combatir la inmigración irregular y reiteró su intención de reforzar la frontera para frenar la previsible llegada de una “oleada” de migrantes haitianos.
DeSantis ordenó el despliegue de más de 250 efectivos de dependencias estatales al sur del estado y los cayos de Florida, y señaló que desde enero de 2023 fuerzas estatales han colaborado con la Guardia Costera en la detención de 670 embarcaciones con 13.500 “inmigrantes ilegales” a bordo.
La medida del gobernador mereció la crítica de organizaciones civiles del sur de Florida, donde se asienta la comunidad de haitianos más grande en Estados Unidos.
Los grupos pidieron una “respuesta compasiva” antes que una “militarización” de la frontera.
Haití está inmerso en una crisis económica y sociopolítica aguda, además de sufrir una violencia que solo durante 2023 causó 8.000 víctimas y que se ha agravado desde febrero pasado.
Las bandas criminales han llegado a controlar un 80 % de la capital, Puerto Príncipe, así como otras zonas del país, según cifras de la ONU.
El martes llegó a Haití un primer contingente de 400 efectivos de la policía keniana, que forman parte de la misión multinacional de apoyo a la seguridad, que busca garantizar el retorno de la paz a ese país caribeño.