Ciudad de México, 14 jul (EFE).- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, presumió este jueves tras su viaje a Washington de logros como más visas laborales para México y Centroamérica e inversiones privadas de 40.000 millones de dólares, a pesar de no alcanzar todas sus metas para resolver el problema migratorio.
El mandatario afirmó que “sí hay el compromiso de aumentar el número de visas temporales de trabajo”, aunque tras la reunión en la Casa Blanca el martes el presidente estadounidense, Joe Biden, le pidió paciencia sobre sus peticiones migratorias, y no reveló ningún acuerdo concreto sobre los visados.
“Hablamos de la necesidad de ampliar el número de visas de trabajo temporales para México y para Centroamérica. Esto se aceptó. Se va a aumentar considerablemente el número de visas de trabajo para ingresar a Estados Unidos”, sostuvo López Obrador en su rueda de prensa diaria en Ciudad de México tras su viaje.
OBJETIVOS INCUMPLIDOS
A pesar del anuncio de las visas, López Obrador insistió en que Estados Unidos debe invertir en Centroamérica para ampliar los programas sociales de empleo y agricultura que México financia en Honduras, Guatemala y El Salvador, lo que no obtuvo respuesta de EE.UU.
También urgió a Biden a acelerar la reforma migratoria para regular a casi 11 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, de los que cerca de la mitad son mexicanos.
“Definitivamente, no se cumplieron los objetivos. Creo que esta visita fue asimétrica en términos de la prioridad que le dio el presidente López Obrador y Joe Biden. Fue evidente, no fue proporcional”, expresó a Efe el internacionalista Emerson Segura, asesor parlamentario en el Senado.
Pese a la falta de compromisos concretos de EE.UU., el Gobierno México anunció una inversión de 1.500 millones de dólares para infraestructura en la frontera y la compra de 20.000 toneladas de leche en polvo de Estados Unidos y 1 millón de fertilizantes que distribuirá a productores de maíz y frijol.
Pero López Obrador negó este jueves una “imposición” de EE.UU. para invertir en seguridad fronteriza.
“Algunos expertos hablaron de que nos impusieron ese plan, cuando llevamos ya tiempo proyectándolo y ya aplicándolo. ¿En qué consiste? En mejorar las aduanas, que haya un mejor servicio”, aseguró.
Sin embargo, los acuerdos de la reunión “apuntan más a reforzar el rol de México como tercer país seguro”, que sigue “maltratando a los migrantes centroamericanos” en la frontera sur, opinó Segura, quien también es asociado del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi).
Por otro lado, consideró que el presidente de México podría generar tensiones dentro de la Casa Blanca por su petición de una política migratoria “atrevida” y sus crecientes ataques contra los republicanos y “conservadores” que bloquean la reforma migratoria.
“Es poco probable que aprueben la reforma migratoria y después de las elecciones de noviembre menos, y la presión de López Obrador no servirá de mucho, pero la presión realmente está recayendo, no en los legisladores republicanos ni en quienes se oponen a la reforma, sino en el presidente Biden”, argumentó Segura.
INVERSIONES ENTRE ROCES
López Obrador también resaltó que “se llegó a un buen acuerdo con empresarios estadounidenses que van a invertir desde ahora hasta 2024 alrededor de 40.000 millones de dólares”, en particular en el sector energético para oleoductos y gasoductos, licuefacción de gas, plantas de fertilizantes y extracción de crudo en sociedad con Petróleos Mexicanos (Pemex).
También reiteró su plan antiinflación, que consiste en producir bienes en Norteamérica para sustituir importaciones, mientras México afronta una inflación general de casi 8 %, la mayor en 21 años, y Estados Unidos una de 9,1 %, la más alta en cuatro décadas.
“El planteamiento de fondo fue el de impulsar las actividades productivas, el de unirnos para aumentar la producción en Estados Unidos, en México y aún cuando ya existe el tratado de América del Norte, procurar unirnos más, quitar aranceles que puedan existir”, declaró el presidente.
Al respecto, Carlos Serrano, economista jefe de BBVA México, comentó que “lo mejor que se podría hacer” en México “es mandar señales que permitan aprovechar mejor este momento de relocalización (acercamiento de cadenas de valor)”.
“Se debe brindar certidumbre y respeto a los contratos, que el marco regulatorio y el marco legal no va a cambiar una vez que se realizan las inversiones”, dijo cuestionado sobre el tema en conferencia de prensa.