Washington, 8 may (EFE).- La policía desmanteló este miércoles el campamento de protesta contra Israel por su guerra en Gaza en la Universidad George Washington y algunos manifestantes que rehusaron irse fueron arrestados.
El área fue rodeada por la mañana por vallas de seguridad mientras los agentes de la Policía Metropolitana, que bloquearon el acceso a University Yard, la plaza donde se había alzado el campamento, procedían a retirar las tiendas y camiones de basura las recogían.
Los coches policiales mantuvieron también a distancia a los medios de comunicación, que solo pudieron grabar el final de las operaciones desde calles adyacentes.
En total, según dijo la Policía en una conferencia de prensa, 33 personas fueron detenidas.
La Policía Metropolitana añadió en un comunicado que “apoya el ejercicio pacífico de los individuos de sus derechos bajo la Primera Enmienda”, añadiendo que las autoridades han procurado “aliviar las tensiones” desde que la protesta comenzó el 25 de abril.
El campamento había crecido en días recientes tornándose “más volátil”, según dijo el portavoz policial Thomas Lynch, citado por el diario The Washington Post.
Por su parte el periódico GW Hatchet, publicado por los estudiantes, señaló que “la policía dio su tercer y último aviso a los manifestantes para que se retiraran a las 03:30 hora local (07:00 GMT), indicando que quienes permanecieran en el patio y el tramo de la Calle H frente a la plaza serían arrestados.
En la noche pasada los manifestantes habían marchado hacia la residencia de la presidenta de la universidad, Ellen Granberg, pero, según el diario, muchos de ellos se fueron del lugar tras las advertencias policiales.
Un comunicado de la Universidad afirmó que, si bien la institución “está comprometida con la protección de los derechos de los estudiantes, el campamento ha evolucionado en una actividad ilegal con participantes que han violado directamente numerosas normas de la universidad y reglamentaciones municipales”.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, reiteró este miércoles a los medios el mensaje del presidente, Joe Biden, de que aunque el derecho a la disidencia es algo inherente a la sociedad estadounidense, “no puede conducir a desorden y violencia, robos, vandalismo, allanamiento y cierre de los campus”.
La representante de la Administración demócrata dejó en manos de las universidades y de la Policía la decisión de cómo actuar al respecto. “Pero queremos asegurarnos de que los estudiantes se sienten seguros, seguros para poder aprender y tener la experiencia académica que deberían tener”, dijo.
La acción policial ocurrió horas antes de que la alcaldesa del Distrito de Columbia, Muriel Bowser, y la jefa de la Policía Metropolitana, Pamela Smith, tuvieran programada una audiencia del Congreso para ser interpeladas acerca de la protesta universitaria, que finalmente fue anulada.
Desde el ataque el 7 de octubre del grupo islamista palestino Hamás contra Israel y la respuesta militar israelí en Gaza ha habido protestas en numerosas universidades de Estados Unidos, en su mayoría contra el apoyo que Estados Unidos da a Israel.
En total, más de 2.500 personas han sido arrestados en todo el país, mientras algunos centros amenazan con expulsar a los estudiantes que mantengan las protestas y otros han optado por cancelar su ceremonia de graduación por motivos de seguridad.