Nueva York, 1 may (EFE).- En los años 60 los Beatles se convirtieron en un fenómeno que rompió fronteras al hacer sonar su música casi al unísono en todo el mundo y Paul McCartney capturó con su cámara Pentax de 35 mm como la banda vivió ese momento, imágenes cotidianas que ahora forman parte de la muestra 'Ojos de la tormenta' del Museo de Brooklyn.
Entre 1963 y 1964, cuando la banda hizo su primera gira a Estados Unidos, McCartney sacó más de 250 fotos, de las cuales muchas eran imágenes desde el 'backstage' de músicos afinando sus instrumentos, de sus colegas de banda esperando antes de un espectáculo o de los paisajes que veía desde la ventanilla del avión o el tren.
También inmortalizó cómo la banda vivió la Beatlemanía al fotografiar a las marabuntas de fans que los recibían en todos lados y los grupos de paparazzi que les pisaban los talones.
La primera fotografía de esta muestra es un autorretrato desenfocado que McCartney se sacó en el reflejo de un espejo en Londres en 1963.
“Elegimos este autorretrato en el espejo, porque el tema principal de la muestra es la fotografía y el fotógrafo que se ve reflejado. Normalmente, se piensa en Paul McCartney como un músico, y aquí lo estamos posicionando como un artista visual”, explicó a EFE este miércoles Catherine Futter, directora de asuntos curatoriales y curadora principal de artes decorativas del museo.
Frente al autorretrato hay una enorme foto de la banda cantando en un escenario, imagen que lógicamente McCartney no pudo sacar, pero que sí fue sacada por alguien de su equipo con su cámara tomada desde el backstage.
Futter explica que se optó por incluir algunas instantáneas de McCartney en la muestra a petición de los fans de McCartney.
Además de las fotos, los fans de estos melenudos pueden encontrar muchos objetos relacionados con la banda, como las pelucas de los Beatles que se vendían en la época, revistas, diarios personales o incluso juegos de mesa inspirados en los músicos.
McCartney narra sus recuerdos fotográficos
Debajo de muchas de las instantáneas se pueden leer -e incluso escuchar a través de una aplicación gratuita- citas en las que McCartney reflexiona sobre esos momentos.
“Una de las cosas que nos mantuvo cuerdos fue hacer tonterías. Había un par de sombreros tirados por ahí en el Show de Navidad y a George le pareció divertido ponerse dos. Y tenía razón, ya que resultó una gran foto”, reflexionó McCartney sobre una graciosa fotografía de George Harrison.
Sobre una foto en blanco y negro en la que se ve a John Lennon con unas gafas de sol en París, McCartney anota: “Así es como trabajábamos y así es como lo conocí. Echando la mirada para atrás, (estas imágenes) son muy especiales para mí porque son como instantáneas familiares”.
Otras fotos hacen que el visitante se trasporte directamente a los ojos de un joven inglés viajando a Estados Unidos por primera vez, como es la imagen de una pistola de un policía de Miami encargado de la seguridad de la banda.
“Estaba en el auto tomando fotografías de palmeras y del glamour general de Miami, cuando uno de nuestros policías (un agente en motocicleta) se detuvo justo al lado del auto, y estaba justo donde estaba la lente de mi cámara. Para nosotros era un poco impactante ver un arma en la vida real, ya que no teníamos policías armados en Inglaterra”, anotó McCartney.
Los cientos de fotógrafos que les perseguían a todos lados también eran su fuente de inspiración y fueron muchos de sus “modelos” durante este periodo, así como también sus maestros, ya que según Futter McCartney les pedía consejo sobre cómo mejorar su enfoque o exposición.
Todas estas recomendaciones le sirvieron para mejorar a gran velocidad, algo que se puede ver en la última parte de la exposición, dedicada al viaje a Miami de la banda en 1964, fotos que además sacó en color, a diferencia del resto de la muestra.
El artista de 81 años no irá a la inauguración de la muestra, pero visitó la exposición en un pase privado el martes y dijo estar muy satisfecho con el resultado.