Toronto (Canadá), 29 feb (EFE).- El exprimer ministro de Canadá, Brian Mulroney (1984-1993), que negoció el tratado de libre comercio con Estados Unidos que luego se convertiría en un acuerdo trilateral con México, murió este jueves a los 84 años, según informó la familia del político conservador.
“En nombre de mi madre y nuestra familia, anuncio con gran tristeza el fallecimiento de mi padre, el honorable Brian Mulroney, el decimoctavo primer ministro de Canadá. Murió en paz, rodeado de su familia”, anunció la hija del político canadiense, Caroline Mulroney.
El actual primer ministro canadiense, Justin Trudeau, expresó su pesar por la muerte de su predecesor en el cargo.
“Nunca dejó de trabajar para los canadienses y siempre intentó hacer de este país un sitio incluso mejor. Nunca olvidaré las perspectivas que compartió conmigo a lo largo de los años. Fue generoso, incansable e increíblemente apasionado”, declaró Trudeau en las redes sociales.
Mulroney, que nació en la provincia francófona de Quebec, fue elegido líder del Partido Conservador de Canadá en 1983 y un año después se convirtió en el primer ministro canadiense tras ganar las elecciones con el segundo mayor porcentaje diputados de la historia del país, el 75 %.
Tras llegar al poder, Mulroney implementó controvertidas reformas económicas y negoció con el entonces presidente estadounidense, Ronald Reagan, un acuerdo de libre comercio que muchos en Canadá temieron diluiría de forma irreversible la soberanía canadiense.
Años después, el acuerdo se convertiría en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con la incorporación de México.
En la política nacional, Mulroney intentó que Quebec aceptase la constitución canadiense de 1982 a cambio de incluir en la carta magna que su provincia natal era una “sociedad diferenciada”, única entre el resto de los territorios del país.
La negativa en 1987 del resto de las provincias canadienses a apoyar las reformas constitucionales propuestas por Mulroney provocaron un resurgimiento del nacionalismo quebequés que culminaría en el referendo soberanista de 1995 en el que los partidarios de la independencia obtuvieron el 49,4 % de los votos.