Nueva York, 22 feb (EFE).- El tercer día del juicio por narcotráfico contra el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández (JOH), ha concluido este jueves en Nueva York con el interrogatorio de su defensa, quien intenta desacreditar a un testigo estrella de la Fiscalía, Alexander Ardón, exalcalde y traficante que cumple condena en Estados Unidos y con un historial de 56 asesinatos.
El abogado Raymond Colón confrontó a Ardón con los asesinatos que cometió, ordeno o conspiró, lo que al parecer puso algo incómodo al testigo, que en muchas ocasiones contestó con un “no recuerdo” cuando la defensa mencionaba los nombres de las víctimas, a pesar de que durante el interrogatorio de la Fiscalía fue muy preciso.
Al comenzar su interrogatorio Colón preguntó a Ardón si con su testimonio había pedido a la Fiscalía un acuerdo a cambio de que se le convalidara el tiempo que ya ha cumplido de cárcel, -lo que le permitiría quedar en libertad-, algo que tendría que ser validado por el juez del caso, Kevin Castel.
Ardón contestó en la afirmativa y de inmediato Colón indicó: “Quieres que todos esos crímenes, asesinatos, desaparezcan. ¿Correcto?”. El ahora convicto exalcade contestó que “Sólo digo la verdad y trato de tener una nueva oportunidad de vida como una mejor persona”.
“¿Entonces ahora eres una mejor persona?”, insistió Colón y el testigo, de 49 años, aseguró que la cárcel le ha cambiado y que está arrepentido.
En la presentación de los argumentos iniciales del juicio la defensa aseguró al jurado que los narcos que la Fiscalía presentará como testigos tienen un largo historial de delitos y asesinatos y que han hecho acuerdos con el propósito de salir antes de prisión -la mayoría con cadenas perpetuas- o lograr beneficios para su familia y que sólo buscan vengarse de Hernández por haber sido extraditados.
El expresidente Hernández, que se ha declarado inocente de los tres cargos que le imputó el Gobierno de EE.UU. y que le enfrentan a cadena perpetua, asegura que es “víctima de una venganza y una conspiración por parte del crimen organizado y enemigos políticos”.
Ardón se sentó hoy por segundo día en la silla de los testigos, vistiendo su uniforme anaranjado de la prisión, desde donde precisó los supuestos vínculos de Hernández con el narcotráfico, entre ellos con el cartel de Sinaloa, cómo presuntamente usó a policías, militares y la Justicia de su país para protegerlos, cómo el dinero producto de la droga pagó parte de su campaña al Congreso y la Presidencia pero también la de su antecesor, Porfirio “Pepe” Lobo, a quien asegura le entregó dos millones de dólares.
Incluso, Ardón admitió que ganó la alcaldía de El Paraíso, donde estuvo dos términos, comprando votos.
Aseguró que Lobo le pidió durante una reunión alrededor del 2008 ese dinero a cambio de protección para que Ardón pudiera continuar con su tráfico de cocaína.
Ardón aseguró, durante el interrogatorio de la Fiscalía, que envió a Lobo un millón de dólares a su casa, y que la otra cantidad se la entregó durante otra reunión en la que habría estado presente Hernández.
En esta reunión Ardón reiteró tres pedidos que había hecho: protección para no ser investigado por la Fiscalía hondureña, un trabajo para su hermano Hugo en el Gobierno -que se le otorgó- y que se pavimentaran las carreteras de El Paraíso para beneficio de la comunidad y para facilitar el transporte de la cocaína. Hugo Ardón fue colocado a la cabeza de la agencia a cargo de la reparación de carreteras.
Lobo presuntamente prometió a Ardón, que transportaba la droga para el líder del cartel de Sinaloa Joaquín “El chapo” Guzmán a través de Honduras con la ayuda del policía Mauricio Hernández -primo del exmandatario-, que de ganar la Presidencia pondría a Hernández en la Presidencia del Congreso del país, lo que finalmente ocurrió.
Ardón señaló también que pidió a Hernández, mientras era presidente del Congreso, el traslado de Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, que en ese entonces era el jefe de la policía de Copán, y quien finalmente fue ascendido a jefe de la policía nacional. Mauricio Hernández y “El Tigre” Bonilla eran coacusados en este caso y enfrentarian juicio junto a Hernández pero se declararon culpables el pasado mes y ahora esperan su sentencia.
Ardón destacó además, a preguntas de la Fiscalía, que se sentía en libertad de traficar drogas porque contaba con el apoyo de JOH, quien incluso le prometió durante su campaña presidencial en 2013 que si ganaba esos comicios, él (Ardón) no sería deportado.
Ardón continuará mañana en la silla de los testigos interrogado por la defensa.