Miami, 22 abr (EFE).- El gobernador de Florida, Ron DeSantis, promulgó este viernes una ley que prohíbe en las escuelas públicas y los centros de trabajo la teoría crítica de la raza y aseguró que con esta legislación se acaba el “adoctrinamiento”.
En una ceremonia celebrada en Hialeah Gardens, una ciudad de inmensa mayoría de población latina, el republicano dijo que firmaba esa ley porque cree en la “educación y no en el adoctrinamiento” y que la medida permitirá ir a trabajar o a la escuela sin padecer “ideologías opresivas”.
La teoría crítica de la raza es un conjunto de nociones y conceptos empleados para comprender y abordar la desigualdad y el racismo en EE.UU.
“Lo que no permitiremos es que se nos enseñe que los miembros de una raza, color, origen nacional o sexo son de alguna manera moralmente superiores”, dijo el gobernador sobre una ley que prohíbe que en empresas y escuelas públicas se haga sentir incómodas o culpables a las personas por estos motivos.
El aprobar esta ley, denominada “Individual Freedom” (Libertad individual), era una de las prioridades legislativas de DeSantis, que este año ha logrado que el Legislativo estatal, controlado también por los republicanos, apruebe una serie de medidas que sus detractores tachan de ultraconservadores.
Y esta ley, que entrará en vigor el próximo 1 de julio, es la segunda de este tipo que afecta a lo que ocurre en las aulas de enseñanza en los centros educativos públicos, después de que este mes promulgara la polémica medida coloquialmente conocida como “Don’t Say Gay” (“No digas gay”).
Esta segunda norma prohíbe a los maestros abordar la identidad de género y la orientación sexual en las aulas de entre el jardín de infancia y el tercer grado, y en cursos superiores insta a que ambas cuestiones sean abordadas de una forma “apropiada para la edad”.
En una conferencia de prensa posterior a la firma de la ley, el republicano, que suena como posible aspirante a la Casa Blanca en 2024 y que busca primero la reelección en noviembre próximo, dijo que en Florida no se usarán fondos públicos para “enseñarles a sus hijos a odiar a este país o a odiarse unos a otros”.
En esta nueva crítica a la teoría crítica de la raza, el gobernador dijo que esta legislación pone fin al “adoctrinamiento corporativo y educativo en Florida”.
La nueva ley otorga además a los padres el derecho a demandar a las escuelas donde se imparta esta enseñanza, misma opción que da a los progenitores gracias a “Don’t Say Gay” en el caso de las conversaciones sobre orientación sexual e identidad de género en las aulas.
La normativa busca, en última instancia, evitar que los blancos se sientan “incómodos”, “culpables” o “angustiados” cuando se traten en escuelas o empresas temas de racismo o discriminación ocurridos en el pasado.
En su texto, ley sostiene que resulta discriminatorio obligar a cualquier persona a recibir cualquier tipo de enseñanza o capacitación que le haga “sentirse culpable” en función de su “raza, color, sexo u origen”.