(actualiza con más datos sobre la audiencia)
Miami, 12 feb (EFE).- El expresidente estadounidense Donald Trump comparece este lunes en una audiencia a puerta cerrada en un tribunal federal del sur de Florida por el caso del mal manejo de documentos confidenciales, hallados en su poder tras abandonar la Casa Blanca, por el que es investigado.
En la vista ante la jueza Aileen Cannon en un tribunal de Fort Pierce, unos 200 kilómetros al norte de Miami, está previsto que se aborden una serie de órdenes de protección relativas a la información clasificada contenida en los registros que se efectuaron en la mansión de Trump en Palm Beach (Florida).
La audiencia se lleva a cabo en una dependencia judicial denominada Instalación de Información Sensible Compartimentada (SCIF, en inglés), equipada con fuertes medidas de seguridad y en la que es posible revisar material altamente clasificado.
Cannon fue nominada en 2020 por el exmandatario (2017-2021), quien será previsiblemente el candidato republicano a las presidenciales de noviembre próximo.
Según medios locales, los abogados que representan a Trump y los fiscales de la acusación debatirán por separado y a puerta cerrada sobre el uso de pruebas clasificadas relativas a este caso.
Se prevé que la jueza federal escuche de 15.00 a 17.00 hora local (20.00- 22.00 GMT) a los fiscales de la investigación sus mociones relaciones con la Ley de Procedimientos de Información Clasificada (CIPA, en inglés).
El fiscal especial a cargo del caso, Jack Smith busca también que la jueza Cannon reconsidere el fallo del pasado viernes que permitiría a la defensa de Trump revelar públicamente las identidades de testigos y sus testimonios ante el tribunal.
Smith argumenta que revelar los nombres podría exponer a estos testigos a “riesgos significativos e inmediatos de amenazas, intimidación y acoso”, y que no hay razones suficientes para hacer públicas sus identidades.
En este proceso judicial están acusados de ayudar a Trump a entorpecer la acción de Justicia Waltine Nauta, asistente personal de Trump, y Carlos de Oliveira, administrador de Mar-a-Lago, la residencia del expresidente en Palm Beach.
Cannon ordenó recientemente a los abogados de Trump y de los coacusados que estuvieran preparados para discutir sus “teorías” para el juicio y “cómo cualquier información clasificada podría ser relevante o útil para la defensa”.
A la audiencia de hoy no asistieron Nauta ni Oliveira por “carecer de autorización necesaria para ver información gubernamental que podría ser altamente sensible”.
TantoTrump como Nauta y Oliveira se han declarado inocentes de los cargos en su contra.
A Trump se le imputan delitos federales de obstrucción y de retención deliberada de documentos oficiales relacionados con la Seguridad de EE.UU., los cuales son punibles con hasta 20 años de cárcel.
El expresidente afronta cuatro casos criminales en su contra y ha señalado que todos tienen motivación política por ser “favorito” en las elecciones presidenciales de noviembre próximo.
Trump criticó el pasado día 8 que la investigación al actual presidente de EE.UU., Joe Biden, por mantener documentos clasificados cuando era vicepresidente no acabara en una acusación formal y que “sus crímenes estén siendo barridos bajo de la alfombra”.
Principal favorito en el proceso de primarias del Partido Republicano de cara a las generales de noviembre próximo, Trump lamentó que, por el contrario, en su caso continúa el proceso judicial por retener documentos oficiales, incluidos casi un centenar de documentos clasificados, en su residencia de Florida.