Los Ángeles (EE.UU.), 5 feb (EFE).- Las intensas tormentas que azotan el estado de California (oeste de EE.UU.) desde el domingo han dejado al menos tres muertos y se espera que la lluvia continúe en la región hasta el martes, informó el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés).
Brian Ferguson, portavoz de la Oficina de Servicios de Emergencia de dicho estado, confirmó este lunes que los tres decesos habían sucedido durante el domingo en los condados de Sacramento, Santa Cruz y Sutter,
Las tres víctimas tuvieron muertes similares resultado de caídas de árboles provocadas por las fuertes precipitaciones. Uno de ellos era un hombre de 82 años que fue encontrado aplastado por una secuoya que impactó contra el patrio trasero de su casa.
No obstante, las autoridades aseguraron que, aunque aún existen riesgos, la peor parte ya ha pasado.
Según el sitio web especializado PowerOutage.us, más de 267 mil hogares y negocios del conocido como Estado Dorado continúan sin electricidad.
Esta tarde, el presidente Joe Biden mantuvo una conversación telefónica con el gobernador de California, Gavin Newsom, y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, donde hizo hincapié en su compromiso para proporcionar apoyo federal a los afectados a través de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés).
Newsom declaró el domingo el estado de emergencia para ocho condados del sur del California, entre ellos el de Los Ángeles que experimentó su día más lluvioso en casi dos décadas y en el que en 24 horas llovió lo equivalente a un mes.
De acuerdo a los meteorólogos, el mayor peligro proviene de la trayectoria del río atmosférico -una enorme columna de humedad extraída del Océano Pacífico- que está descargando su fuerza sobre la que es una de las regiones más pobladas del país.
El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que la tormenta podría dejar récords “históricos” de lluvia acumulada de más de 15 centímetros.
Además, los fuertes vientos dejaron el domingo a miles de personas sin electricidad en toda California y hubo deslizamientos de tierra que afectaron gravemente a zonas como la afamada Malibú, según el Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles.