Nueva York, 22 abr (EFE).- La vida que ha conocido el ahora expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández ha quedado atrás.
Tras ser deportado para enfrentar cargos por narcotráfico a Nueva York, donde llegó anoche, su lujosa mansión en un exclusivo barrio de Tegucigalpa ha sido sustituida por una celda en la cárcel federal en Brooklyn, prisión que ha sido criticada por las condiciones inhumanas, y en lugar de elegantes chaquetas ahora viste el uniforme de presidiario.
Hernández, que fue presidente entre el 2014 y enero del 2022, seguirá estando acompañado de algunos personajes que como él mismo han sido ricos y poderosos y que serán por ahora sus nuevos vecinos carcelarios, aunque difícilmente podrá contactar con ellos, limitado a su celda en el Centro Metropolitano de Detención (MDC por siglas en ingles), que alberga hombres y mujeres de todos los niveles de seguridad.
Entre los inquilinos más conocidos figuran los hermanos Luis Enrique y Ricardo Alberto Martinelli, hijos del expresidente de Panamá Ricardo Martinelli, que están esperando la lectura de la sentencia, prevista para mayo, por su participación en la trama de sobornos y blanqueo de dinero relacionada con en el caso de la constructora brasileña Odebrecht.
Otros ilustres huéspedes del penal serán el famoso rapero R. Kelly, quien espera por su sentencia el 4 de mayo por tráfico sexual y extorsión de mujeres, niñas y niños, así como quien fue uno de los hombres más poderosos de México, su exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna, cuyo juicio está previsto para octubre de este año por cargos de narcotráfico al igual que Hernández.
Ghislaine Maxwell, la millonaria británica hallada culpable de tráfico sexual de menores en la trama levantada por el magnate (suicidado) Jeffrey Epstein, se suma a la lista mientras espera por su sentencia a fines de junio.
Maxwell ha sido una de las que ha denunciado a través de sus abogados “condiciones asombrosamente espantosas” en la prisión, que calificó de “inhumanas, crueles y degradantes”. La letrada Bobby Steirnhem llegó a decir que las condiciones de su defendida en prisión eran peores que las de Hannibal Lecter en la famosa película de “El silencio de los corderos”.
Estados Unidos acusó este jueves a Hernández de operar su país como un “narcoestado” y de usar sobornos que recibió de narcotraficantes como Joaquín “El Chapo”Guzmán para cometer fraude electoral en las dos elecciones a las que concurrió.
La acusación formal, de 20 páginas, alega que formó parte de una conspiración que desde 2004 transportó más de 500 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos a través de Honduras, procedente de Colombia, Venezuela y otros países.
Como parte de esa conspiración, Hernández recibió “millones de dólares de múltiples organizaciones narcotraficantes en Honduras, México y otros lugares”, de acuerdo con la acusación.
La MDC, que opera desde el 1994, alberga aproximadamente 1.620 detenidos en espera de juicio o ser sentenciados e incluye mujeres.
Hernández es esperado hoy a las 3 de la tarde de Nueva York para su primera comparecencia ante el juez de instrucción, quien le leerá los cargos, antes de escuchar si se declara culpable o inocente y tal vez fijar una fecha para el proceso.