Miami, 15 jun (EFE).- Las autoridades del condado Miami-Dade, en Florida (EE.UU.), recomendaron este miércoles a las personas “vulnerables” que “limiten las actividades al aire libre” y, de ser posible, permanezcan en sus viviendas para no verse afectadas por el polvo del Sahara, que en estos momentos afecta la calidad del aire.
“El índice actual de la calidad del aire se encuentra en el rango de ‘Insalubre para grupos sensibles'”, por lo que las personas más vulnerables “deben permanecer en el interior” de sus casas, avisaron las autoridades condales en un comunicado.
Y advirtieron de que el polvo del desierto del Sahara, que como cada verano llega a Estados Unidos, “puede provocar una respuesta inflamatoria incluso en personas sanas”.
Puede además “hacer que las personas se sientan enfermas y letárgicas, causar síntomas de sinusitis, que incluyen congestión, dificultad para respirar, ataques de asma, estornudos incesantes, hinchazón de la garganta y los ojos, tos, ojos llorosos y con picazón, y/o goteo y congestión nasal”.
El Índice de Calidad del Aire (AQI, por su sigla en inglés) se utiliza diariamente por las agencias gubernamentales para informar a la población de qué tan limpio o contaminado está su aire y qué efectos en la salud asociados podrían ser una preocupación para las personas.
El polvo del Sahara, una masa de aire extremadamente seco y polvoriento, viaja a través del Océano Atlántico por los fuertes vientos en el norte de África desde finales de la primavera hasta principios del otoño, recuerda el comunicado.
Como consecuencia, añade, el aire seco y polvoriento crea cielos lechosos y trae altas temperaturas a la región.
Entre las recomendaciones que indica el condado del sur de Florida están “permanecer en el interior con sistemas de aire acondicionado y ventilación que funcionen bien” y evitar “actividades que exijan más a los pulmones y al corazón”, tales como “hacer ejercicio o tareas físicas al aire libre o en interiores”.
Normalmente, los estándares en la calidad del aire indican que los pulmones pueden absorber las partículas de polvo más pequeñas de 2,5 micrómetros de diámetro, mientras todas las que son inferiores a diez micrómetros entran en nuestras fosas nasales y en la tráquea.
Dos tipos de partículas que, precisamente, el polvo africano tiene en una gran concentración y que supone un gran problema para la salud de aquellos con trastornos respiratorios, según acotó en 2021 durante otra tormenta de polvo africano Joseph Prospero, un científico que lleva décadas estudiando este tipo de fenómenos.
Miami-Dade insta a los posibles afectados a ponerse en contacto con la División de Gestión de Recursos Ambientales (DERM), ya que, añade, este polvo “puede agravar las enfermedades crónicas del corazón y los pulmones”.