Miami, 21 sep (EFE).- Los restos de la orca Lolita, que murió el pasado 18 de agosto en el Miami Seaquarium, tras más de 50 años cautiva, fueron trasladados al estado de Washington y entregados a la tribu nativa Lummi, informó este jueves el acuario en las redes sociales.
El avión fletado por Miami Seaquarium que trasladó los restos de “Toki” ( como también se conocía a la orca) aterrizó este miércoles en el aeropuerto de Bellingham, en Washington, y su restos fueron entregados a la tribu Lummi para su traslado final a la reserva de la tribu Lummi, “donde será llorada (Lolita) según las tradiciones de la tribu”, señaló la publicación.
Acompañaron los restos de la orca en el avión el director general de The Dolphin Company (que recientemente adquirió el oceanario), Eduardo Albor; el director veterinario, Guillermo Sánchez, y representantes de la nación Lummi.
Lolita, “la última superviviente de las ballenas capturadas en los años 70 en la isla Puget, se convirtió en la única que regresó a casa y será honrada por su familia”, agregó.
“Le di mi palabra al mundo de traerla de regreso a casa, desde el día de su muerte, así como le prometí a mi hija Regina hacer todo lo que estuviera a mi alcance para mejorar su hábitat mientras estuviera viva. Ahora me siento muy honrado de cumplir mi palabra con mi hija y el resto del mundo”, escribió Albor en X (antes Twitter).
Lolita, cuyo cautiverio fue un tema de polémica entre los grupos de protección animal, falleció supuestamente de “una afección renal”.
En los días previos a su muerte, “Toki” había comenzado a mostrar signos graves de malestar; pero, “a pesar de recibir la mejor atención médica posible, falleció… se cree que de una afección renal”, anunció el Miami Seaquarium en sus redes sociales el día de la muerte del animal.
Organizaciones a favor de los derechos de la animales y los Lummi, que durante años han trabajado en pos de la liberación de Lolita en sus aguas natales, lamentaron el deceso de la orca capturada en esa zona en 1970 y llevada en septiembre de ese año al Miami Seaquarium, que la adquirió por 20.000 dólares.
Lolita estaba confinada en una piscina de unos 60 pies (18 metros) de longitud y una profundidad máxima de 20 pies (6,1 metros), y en esos momentos la estaban preparando para su liberación en aguas del Pacífico estadounidense, de donde era originalmente.
La tribu Lummi “expresó su profunda gratitud” a The Dolphin Company, según indicó esta compañía, por “la oportunidad de esparcir ahora sus cenizas en el lugar donde nació” y que se reúna con sus antepasados.
The Dolphin Company indicó que “la ceremonia de Lolita entre la Nación Lummi ahora está pendiente debido a un incidente dentro de la comunidad”, por lo que todavía se desconoce las fechas del “homenaje” que se tributará a la orca que pasó más de 50 años en cautividad.