Los Ángeles, 15 jun (EFE).- En medio de marchas y manifestaciones, el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) cumple este miércoles 10 años de su promulgación mientras más de 600.000 beneficiados mantienen la ilusión de una solución migratoria permanente y millones más quisieran, al menos, obtener este amparo temporal.
El 15 de junio de 2012, el entonces presidente Barack Obama estableció el programa, que protege de la deportación y otorga permisos de trabajo renovables cada dos años a inmigrantes que llegaron al país de forma irregular siendo niños.
Es el caso de la mexicana Lizbeth García, que cruzó la frontera con apenas 8 años con su madre y su hermana.
“DACA ha sido muy, muy bueno. Me ha abierto muchas puertas a mí y a mi hermana, Kathia”, dijo a Efe García, de 27 años, maestra de inglés en una preparatoria de Los Ángeles. Sin DACA no hubiera obtenido el empleo.
Señala que en estos 10 años el programa la ha llevado por una montaña rusa de emociones que en ocasiones la han puesto en una cúspide y en otras la han arrojado al vacío sintiendo que se va a estrellar. “Lo más duro fue la época de (Donald) Trump cuando intentó terminar DACA. Nos dejó un miedo que no termina porque el Congreso no quiere actuar”, expuso.
Con todo, es algo que a Juan Carlos R., un salvadoreño que llegó a Estados Unidos cuando tenía 7 años, le gustaría experimentar.
“Si me dieran DACA estaría muy agradecido porque quiero seguir estudiando y trabajar para ayudar a mis papás”, declaró a Efe el joven residente del Valle Central de California, que no es elegible porque llegó poco después de la fecha límite estipulada en el programa: 15 de junio de 2007.
LA SOLUCIÓN PERMANENTE QUE NO LLEGA
DACA nació como una respuesta provisional a la incapacidad del Congreso de EE.UU. para dar una solución permanente a estas personas, que se han mostrado como la mejor cara de la inmigración indocumentada.
Durante este tiempo más de 800.000 personas se han beneficiado de la protección, según cifras del Instituto de Política de Migración (MPI).
De acuerdo con el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS), 611.407 inmigrantes estaban protegidos por DACA al 31 de diciembre de 2021. Casi 200.000 más que tenían el amparo han obtenido residencia legal o lo han perdido por diversos motivos.
Los titulares de DACA aportan casi 42.000 millones de dólares anuales a la economía estadounidense, según estimaciones del MPI. Sin embargo, el Senado no ha aprobado una ley que proteja a los llamados “soñadores”.
El año pasado no quiso poner a consideración el proyecto de Ley de Promesa y Sueño Americano 2021, aprobado por la Cámara de Representantes, que hubiese dado residencia permanente a beneficiarios por DACA e inmigrantes que no calificaron, como Juan Carlos. En total 3 millones de jóvenes se habrían beneficiado.
Los demócratas en la Cámara Alta también fallaron en el intento de aunar una reforma migratoria con camino a la ciudadanía al plan social del presidente Joe Biden.
“Ha sido una total decepción, una falta de voluntad”, opinó para Efe Isaías Guerrero, vocero de la organización Firm Action, amparado por DACA desde 2013.
Al respecto, Jorge Loweree, director de programas y estrategia del American Immigration Council, dijo a Efe que “estamos viviendo en una era en que el Congreso no está lidiando con problemas difíciles mientras no haya una absoluta emergencia”.
Por eso García y Guerrero se han unido a otros miles para que el tema vuelva a ser prioritario. Este miércoles marcharán en la capital de Estados Unidos para pedir una solución permanente con camino a la ciudadanía.
LOS QUE SE QUEDARON FUERA
Entre los que se manifestarán figura Taylete, una mexicana de 19 años que no pudo obtener DACA porque el ahora expresidente Trump canceló el programa 15 días antes de que ella completara su solicitud en 2017. La Corte Suprema revocó posteriormente la medida del mandatario republicano.
La jovencita espera que el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito falle en contra de una demanda de Texas que mantiene paralizada la aprobación de nuevas solicitudes, afectando a unos 400.000 indocumentados elegibles.
Otros, como Juan Carlos, ni siquiera tienen esa opción. Un reporte de FWD.us encontró que unos 75.000 estudiantes indocumentados de los posibles graduados de preparatoria este 2022 son inelegibles por haber llegado después de la fecha límite.
Es una situación que ve a diario Kathia García, hermana de Lizbeth y encargada del programa de jóvenes de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA). En su trabajo escucha regularmente la misma pregunta: ¿Qué podemos hacer para obtener un permiso de trabajo?
“Es difícil contestar que aún no hay nada. Pero les digo que no podemos dejarnos vencer, que debemos seguir luchando hasta lograr una reforma migratoria”, señaló.
Loweree enfatiza que se debe mantener la presión sobre el Congreso. En su opinión, el Gobierno de Biden tiene las manos atadas para extender la elegibilidad de DACA debido a la demanda en curso.
Para Guerrero, que llegó de Colombia a los 15 años, el panorama no es muy halagüeño. Duda de que algo se pueda lograr en el Congreso antes de las elecciones de medio término en noviembre.
Incluso teme que los demócratas pierdan la mayoría en el Congreso y que las ilusiones de los beneficiarios de DACA se desvanezcan.
“Si eso pasa tal vez la única opción que tendremos será hasta 2032″, advirtió, evocando la posibilidad de que los demócratas pierdan las elecciones presidenciales de 2024 y 2028.