Un hombre blanco que llevaba una máscara y disparó un arma adornada con una esvástica mató a tiros a tres personas de raza negra el sábado 26 de agosto por la tarde, en una tienda Dollar General, en el noroeste de Jacksonville.
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Foto crédito: DonJuan Corzo
El tiroteo ocurrió en New Town, un vecindario habitado predominantemente por personas de raza negra, en una tienda que está cerca de la Universidad Edward Waters, con alrededor de 1.000 estudiantes, donde el autor de los disparos fue visto en el campus por un guardia de seguridad poco antes del tiroteo y le pidió que se fuera cuando se negó a identificarse. Se le vio poniéndose el chaleco antibalas y la máscara antes de marcharse.
Ryan Christopher Palmeter, de 21 años de edad, fue identificado como el tirador que entró a una tienda de Dollar General y mató a tres personas con un rifle estilo AR-15, pero falló en su intento de dispararle a una cuarta persona. A 11 minutos del ataque, el hombre se suicidó con un revólver que también tenía en su poder.
Foto crédito: EFE/EPA/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH
¿QUIÉN ES EL AUTOR?
Ryan Palmerer, de 21 años, que vivía en el vecino condado de Clay con sus padres, usó dos armas: una pistola Glock y un rifle semiautomático AR-15, que fueron compradas legalmente a principios de este año.
El Alguacil de Jacksonville, T. K. Waters, dijo en una conferencia de prensa, que Palmerer había estado involucrado en un incidente de violencia doméstica en 2016 que no condujo a un arresto y fue internado involuntariamente para un examen de salud mental de 72 horas el año siguiente.
LOS MOTIVOS
Durante el ataque, Palmerer le envió un mensaje de texto a su padre y le dijo que entrara a su habitación y revisara su computadora, donde se encontró una nota de suicidio, un testamento y escritos racistas. La familia notificó a las autoridades, pero para entonces el tiroteo ya había comenzado.
La policía dijo que hubo escritos para su familia, las autoridades federales y a un medio de comunicación. Al menos una de las armas tenía esvásticas pintadas.
El alguacil Waters, de raza afroamericana, dijo que el tirador dejó claro en sus escritos que odiaba a los negros. “Esta ideología retorcida no representa los valores de la comunidad de Jacksonville que amamos tanto. Rechazamos esta violencia inexcusable”.
LAS VÍCTIMAS
Angela Michelle Carr, de 52 años, fue la primera víctima y el pistolero disparó 11 balas a su auto en el estacionamiento de la tienda.
Palmerer luego entró y se enfrentó al empleado A.J. Laguerre, de 19 años, fue disparado cuando intentaba huir; y el cliente Jerrald Gallion, de 29 años, también fue alcanzado por las balas cuando entraba al lugar con su novia. Nadie más resultó herido, porque otras personas que se encontraban en la tienda huyeron por la puerta trasera. Gallion recibió un disparo después de entrar a la tienda con su novia.
VIGILIA
Un día después de la tragedia, la alcaldesa Donna Deegan, junto con el alguacil Waters, concejales de Jacksonville, el gobernador de Florida, Ron DeSantis y su esposa Casey, con otros oficiales locales, se unieron a más de 300 personas en el área de Grassy, cerca al lugar donde ocurrió el lamentable hecho, parar orar por la memoria de las víctimas.
“Esta es la realidad a la que nos enfrentamos. Por favor, dejemos de vernos unos a otros como piezas de un tablero de juego y comencemos a ver la humanidad de cada uno” dijo Deegan.
El tiroteo racista ocurrió en el aniversario de Ax Handle Saturday, un incidente de racismo que ocurrió el 27 de agosto de 1960 en Jacksonville, donde varios afroamericanos fueron agredidos con bates y hachas por reclamar sus derechos civiles en una protesta pacífica en el parque Hemming (actualmente Weldon Johnson Park).
REACCIONES
“Este tipo se suicidó antes de afrontar la situación y aceptar la responsabilidad de sus acciones. Tomó la salida del cobarde”, dijo DeSantis, durante la vigilia, recibiendo el rechazo de los asistentes, pues muchos critican su acciones relajando la ley estatal en cuanto a posesión de armas y las iniciativas para limitar o cambiar estudios de historia afroamericana en Florida.
“Debemos negarnos a vivir en un país donde las familias van a la tienda o al cole