Naciones Unidas, 9 jun (EFE).- Ecuador volverá a partir del próximo 1 de enero al Consejo de Seguridad de la ONU tras tres décadas de ausencia, después de haber sido elegido hoy como miembro no permanente de este órgano para el bienio 2023-2024.
La candidatura ecuatoriana no tenía competencia dentro del grupo de Latinoamérica y el Caribe y recibió un respaldo prácticamente unánime, con 190 votos a favor de los 193 Estados miembros de la organización.
Ecuador, que es un miembro fundador de Naciones Unidas, se había sentado hasta ahora en tres ocasiones en el máximo órgano de decisión de la organización: los bienios 1950-1951, 1960-1961 y 1991-1992.
“Luego de 30 años, Ecuador ha sido elegido para ingresar nuevamente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Otra evidencia de nuestro compromiso con la paz, los derechos humanos y la seguridad”, destacó a través de Twitter el presidente del país, Guillermo Lasso.
El Gobierno ecuatoriano había recibido ya el visto bueno de los países de la región para hacerse con esta prestigiosa plaza en Naciones Unidas y en los últimos meses hizo campaña entre el resto de estados miembros para garantizarse los votos necesarios.
“El mundo ha apoyado nuestro compromiso por la paz mundial”, destacó hoy el canciller, Juan Carlos Holguín.
Ecuador ocupará el asiento que dejará libre a finales de este año México como uno de los dos representantes de Latinoamérica y el Caribe, mientras que en el otro continuará durante otro año más Brasil, cuyo mandato vence al final de 2023.
Junto a Ecuador, hoy fueron elegidos otros cuatro miembros no permanentes: Japón, Malta, Mozambique y Suiza, que también llegaban sin oposición en sus respectivos grupos regionales y que superaron claramente la mayoría de dos tercios requerida por la ONU.
La candidatura de Japón obtuvo 184 votos a favor, Malta 195, Suiza 187 y Mozambique 192, el total de las papeletas emitidas en la votación, que se lleva a cabo por sufragio secreto.
Japón es un habitual del Consejo de Seguridad, donde ya se ha sentado en once ocasiones, y supera ahora a Brasil como el miembro no permanente elegido más veces.
Mientras, se estrenarán en estas funciones tanto Mozambique como Suiza, que no fue miembro de pleno derecho de la ONU hasta 2002, a pesar de haber participado en sus trabajos desde la fundación de la organización y de albergar en Ginebra su segunda sede.
Los nuevos miembros sustituirán el próximo 1 de enero a la India, Irlanda, Kenia, México y Noruega, que habrán completado para entonces sus dos años en el Consejo, mientras que otros cinco miembros no permanentes (Albania, Brasil, Gabón, Ghana y Emiratos Árabes Unidos) tienen un año más por delante.
Junto a diez plazas rotatorias, el Consejo de Seguridad está siempre integrado por cinco miembros permanentes, que además tienen poder de veto: Estados Unidos, China, Rusia, Francia y el Reino Unido.
El Consejo, que se ocupa de las cuestiones de paz y seguridad, es el órgano encargado más poderoso de la ONU, el único con capacidad para imponer medidas vinculantes y que se pueden aplicar por la fuerza
Entre los principales asuntos de su agenda destacan actualmente las guerras en Ucrania, Yemen o Siria, varios conflictos africanos o los regímenes de sanciones que pesan sobre distintos países como Corea del Norte.
En los últimos años, la división en el Consejo de Seguridad se ha acentuado, con una fuerte brecha entre las potencias occidentales (EE.UU., Francia y el Reino Unido) y Rusia y China, que ha impedido avances en muchos asuntos y ha desembocado en el recurso al veto en varias resoluciones.