Washington, 12 jun (EFE).- Estados Unidos conmemoró este lunes los 75 años de la ley que permitió el acceso oficial de las mujeres a las Fuerzas Armadas con un homenaje a las veteranas que rompieron barreras y un llamamiento a que haya más mujeres en servicio.
“Hay más trabajo por hacer para que nuestras Fuerzas Armadas sean más seguras e inclusivas”, apuntó la primera dama estadounidense, Jill Biden, en un acto celebrado en el cementerio militar de Arlington de la capital.
Pese a que Estados Unidos es uno de los países del mundo con una mayor presencia de mujeres en las Fuerzas Armadas, supusieron el 17,3% (231.741) de los soldados en activo en 2021 (los últimos datos disponibles) y el 21,4% de la Guardia Nacional y la reserva (171.000 miembros).
El 12 de junio de 1948 el presidente Harry Truman promulgó la Ley de Integración de las Mujeres en los Servicios Armados, que permitió que ellas pudieran convertirse en miembros permanentes y regulares en el Ejército, la Marina y posteriormente en la Fuerza Aérea.
Antes de esta ley, las mujeres, a excepción de las enfermeras, solo podían servir en las Fuerzas Armadas en tiempos de guerra. En la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, participaron más de 150.000 mujeres.
Desde que se aprobó esta ley, unas 3 millones de mujeres han formado parte del Ejército. Entre ellas la general de división Sharon R. Bannister, de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, quien en sus 31 años de servicio ha visto derrumbarse varios techos de cristal.
Por ejemplo, contó hoy a EFE, la prohibición de las mujeres de volar aviones de combate: “Ninguna mujer volaba aviones de combate y esto cambió en mis tiempos. Techos enormes se rompieron y ahora cuando sales a hablar con las estudiantes realmente puedes darles el mensaje de que pueden ser lo que quieran ser”, afirma.
Sin embargo, quien fuera directora de operaciones médicas de la Oficina del Cirujano General de la Fuerza Aérea cree que todavía son pocas las mujeres que se animan a entrar en las Fuerzas Armadas y es importante transmitir mensajes como que “puedes servir y tener familia”.
“Tengo dos hijos maravillosos que han viajado por todo el mundo y les ha encantado crecer en una familia militar”, apunta.
En el evento celebrado en Arlington varias veteranas fueron homenajeadas y Jill Biden entregó un premio a Willma Vaught, general de la Fuerza Aérea que se alistó en 1957 y se retiró en 1985, cuando era una de las siete generales mujeres en las Fuerzas Armadas.
A través de un comunicado, el presidente Joe Biden también quiso recordar este día, “las contribuciones y los sacrificios que las mujeres uniformadas” han hecho por el país y la necesidad de “derribar las barreras restantes”.
Pese a que la Ley de Integración de 1948 abrió las puertas a miles de mujeres, recordó Biden, persistieron durante décadas numerosas barreras. Por ejemplo, no fue hasta 2013 cuando finalmente se abrieron todos los puestos de combate a las mujeres.
“Mientras celebramos este progreso, también reconocemos que aún no ha terminado nuestro trabajo para garantizar que las mujeres soldado puedan tener carreras satisfactorias en las Fuerzas Armadas de los EE. UU. y alcanzar su máximo potencial”, afirmó.
En otro acto público en el que se ha conmemorado el día, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, apuntó que es necesario “crear unas Fuerzas Armadas en las que las mujeres estadounidenses puedan contribuir con toda la gama de sus habilidades y fortalezas y en las que puedan aprovechar todo lo que una carrera en las Fuerzas Armadas de EE.UU. tiene para ofrecer”.
“Le debemos a las mujeres estadounidenses deshacernos de los prejuicios y eliminar el cáncer del acoso y la agresión sexual en nuestras filas”, afirmó.
Asimismo, añadió, es importante fomentar políticas que permitan “compatibilizar la carrera militar con la formación de una familia, tanto para las madres como para los padres”.