Miami, 10 may (EFE).- El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, firmó la sentencia de muerte para Duane Owen, condenado por el asesinato de dos mujeres en 1984 y cuya ejecución fue programada para el próximo 15 de junio, la cual constituiría la cuarta del año en este sureño estado.
En una carta enviada el martes a Warden Davis, director del Departamento de Correcciones (Prisiones) de Florida, DeSantis comunica que ha firmado esta pena de muerte y adjunta el documento de sentencia de la Fiscalía estatal.
Según este documento al que tuvo acceso EFE, firmado por la fiscal general de Florida, Ashley Moody, Duane Eugene Owen fue declarado culpable de asesinato en primer grado en febrero de 1986 por la muerte de Georgianna Warden, ocurrida en el condado de Palm Beach el 29 de mayo de 1984.
“Owen también fue declarado culpable de agresión sexual con un arma mortal y robo”, reza el documento, según el cual el reo fue condenado a muerte por el asesinato de Warden el 13 de marzo de 1986 por un tribunal de primera instancia, tras el fallo del jurado que recomendó la ejecución con 10 votos a favor y 2 en contra.
De acuerdo a documentos de la corte, Owen irrumpió en la casa de Worden, de 38 años, mientras ésta dormía y la golpeó fatalmente en la cabeza con un martillo varias veces antes de violarla.
Previo a ese suceso ocurrido en Boca Raton, en marzo de 1984 el sentenciado irrumpió en una vivienda de Delray Beach y atacó a Karen Slattery, de 14 años, quien cuidaba a dos niños pequeños. De acuerdo a documentos judiciales, el hombre apuñaló de forma repetida a la menor y luego la agredió sexualmente durante un suceso en el que los niños no resultaron heridos.
Las ciudades de Delray Beach y Boca Raton se encuentran en el condado de Palm Beach, a unas 50 millas (80 kilómetros) al norte de Miami.
La ejecución de Owen, programada para las seis de la tarde, hora local (22.00 GMT), del 15 de junio, será la cuarta que se lleve a cabo en Florida este año, y también la cuarta desde 2019 (entre 2020 y 2022 no hubo ninguna).
Previamente fueron ejecutados Donald Dillbeck, en febrero de este año; Louis Bernard Gaskin, en abril; y Darryl B. Barwick, el pasado 3 de mayo.
La de Owen, que será ejecutado mediante inyección letal, supondrá igualmente la sexta que firma el actual gobernador de Florida, Ron DeSantis, que refleja un promedio inferior a la de sus predecesores, y la número 103 desde que 1976 se restableció la pena capital en este estado.
Según datos del Departamento de Correcciones (Prisiones) de Florida, actualmente hay casi 300 presos en el “corredor de la muerte” del estado, como se conoce el lugar donde permanecen los que van a ser ejecutados.
El preso de edad más avanzada es el ecuatoriano Nelson Serrano, de 80 años, que fue condenado por tres asesinatos que aún al día de hoy asegura que no cometió y cuyo caso es visto por organizaciones de derechos humanos como un atropello judicial.
DeSantis firmó el pasado mes una medida aprobada en el Congreso estatal que reduce las exigencias para sentenciar a una persona a la pena de muerte y elimina el requisito de la unanimidad de los miembros del jurado para este veredicto.