Miami, 5 may (EFE).- El Congreso de Florida culminó este viernes su periodo de sesiones con la aprobación de un presupuesto récord, 117.000 millones de dólares, además de una retahíla de proyectos ultraconservadores que contaron con la venia de su gobernador, el republicano Ron DeSantis, quien pronto podría anunciar su aspiración a la Presidencia de EEUU.
De “histórico suceso” calificó hoy la oficina del gobernador el periodo de sesiones de 60 días iniciado en marzo y durante el cual la holgada mayoría republicana legisló sobre temas como el aborto, inmigración, sexualidad e identidad de género, educación y armas de fuego, cuestiones que, para la oposición demócrata, estuvieron motivadas por una “agenda política”.
En el Capitolio estatal, en Tallahassee, DeSantis felicitó hoy a los congresistas por el “productivo” periodo de sesiones, que arrojó “resultados sin precedentes”.
“Hemos asegurado 2.700 millones de dólares en recortes de impuestos, y la legislatura aprobó innumerables prioridades legislativas que mejorarán la vida de las familias de Florida”, señaló el republicano.
El proyecto del presupuesto contó este viernes incluso con el voto de los demócratas, en una sesión en la que la presidenta del Senado, Kathleen Passidomo, y su homólogo en la Cámara de Representantes estatal, Paul Renner, destacaron los esfuerzos dirigidos al aumento de viviendas asequibles o la expansión de los programas de vales escolares.
Entre los proyectos aprobados durante este periodo legislativo destaca la prohibición del aborto a partir de la sexta semana de embarazo, así como una iniciativa que castiga a quienes contraten a inmigrantes irregulares y exige a las empresas de más de 25 empleados que verifiquen el estatus migratorio de sus trabajadores.
Esta norma además penaliza a quienes transporten a personas sin permiso legal para residir en el país, aumenta el precio de las matrículas universitarias de los indocumentados y obliga a los centros médicos a preguntar a los pacientes por su estatus migratorio.
“El gobernador también ha asegurado fondos adicionales para transportar a más extranjeros ilegales a las llamadas jurisdicciones santuario”, destaca un comunicado de su oficina emitido hoy, en alusión a los 12 millones de dólares adicionales que el Congreso aprobó para un programa bajo el cual el año pasado transportó a 49 venezolanos desde Texas al balneario de Martha’s Vineyard (Massachusetts).
En este periodo, el Parlamento de Florida dio luz verde también a un proyecto que exige a las personas acceder a los baños públicos alineados con el sexo de su nacimiento, y no con el de su identidad de género, y a otra controvertida propuesta que proscribe los tratamientos de afirmación de género en menores de 18 años.
DeSantis firmó esta semana un paquete de tres normas que fortalecen la prédica de “ley y orden”, y que entre otras aumenta las penas para los traficantes de drogas que disfrazan el fentanilo como un dulce y somete a los violadores de niños a la pena de muerte, además de impedir la libertad antes del juicio de ciertos detenidos.
“Florida ha disfrutado de una tasa de criminalidad baja en 50 años, y la agenda legislativa de orden público del gobernador es un modelo para áreas de alta criminalidad en otras partes del país”, destacó su oficina.
En estos 60 días de sesiones, la oposición demócrata solo alcanzó a apelar a las enmiendas para tratar de suavizar la agenda conservadora que ha marcado este periodo, o a las protestas, como la que realizaron con motivo de la ley sobre el aborto y que terminó con la detención de la presidenta del Partido Demócrata de Florida, Nikki Fried.
Esta semana, 14 personas participaron en una sentada en las oficinas del gobernador, para protestar por sus políticas y tratar de hablar con él, y fueron detenidas y acusadas formalmente por haber permanecido sin permiso en un lugar después del horario de cierre.
“A DeSantis le gusta reunirse con sus donantes, las personas que votaron con él, sus amiguitos, pero parece no querer enfrentarse a las personas a las que en realidad no les cae bien”, dijo Nailah Summers-Polite, codirectora ejecutiva de la organización Dream Defendants, que convocó a la protesta.