Naciones Unidas, 5 may (EFE).- La ONU reiteró este viernes su compromiso a continuar en Afganistán para apoyar a la población del país, pero dijo que va a seguir estudiando cómo operar en la práctica tras la decisión de los talibanes de prohibir el trabajo a las empleadas afganas de la organización.
Tras ese reciente decreto, Naciones Unidas había optado por ordenar a toda su plantilla trabajar desde sus hogares siempre que fuera posible mientras revisaba posibles cambios en sus operaciones.
La organización, que se había dado hasta este 5 de mayo para llevar a cabo ese análisis, dijo hoy que por ahora no hay cambios y que se seguirán discutiendo “modos apropiados de trabajo”.
“No tengo ningún cambio en nuestra postura sobre el terreno que anunciar, aunque (…) está claro que nuestro estatus y nuestras políticas sobre empleados en Afganistán continuarán en revisión continúa”, dijo a los periodistas el portavoz Farhan Haq.
Según Haq, mientras tanto, continúan las operaciones de suministro de ayuda humanitaria y se están aprovechando algunas excepciones a las normas impuestas por los talibanes para las mujeres, pero siempre garantizando que no se pone en peligro su seguridad.
La ONU ha condenado repetidamente el veto de las autoridades de facto al trabajo de sus empleadas afganas y ha dicho en más de una ocasión que sin ellas es imposible dar el apoyo que necesita la población ante la crisis humanitaria que vive el país.
“Naciones Unidas necesita que todo su personal, mujeres y hombres, trabajen en las comunidades y en sus oficinas sin impedimentos”, insistió hoy Haq.
Mientras, reiteró que la misión de la ONU en Afganistán reitera “su compromiso a quedarse” y pide a los donantes que sigan financiando sus operaciones en beneficio de la población.