Washington, 20 abr (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, solicitará al Congreso estadounidense que apruebe un desembolso de 500 millones de dólares para el Fondo Amazonía de Brasil, informó este jueves la Casa Blanca.
Además, el país donará mil millones de dólares al Fondo Verde para el Clima, un instrumento de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático (CMNUCC) que tiene como objetivo la movilización de financiación climática para países en desarrollo.
Biden hizo estos dos anuncios en su discurso al inicio del Foro de las Principales Economías sobre energía y clima, una iniciativa puesta en marcha por Barack Obama durante su Presidencia que el mandatario actual recuperó al llegar a la Casa Blanca. Desde entonces se han celebrado, con ésta, cuatro reuniones del foro.
“El margen de tiempo que tenemos para actuar es estrecho”, advirtió el mandatario estadounidense al defender su petición de fondos al Congreso estadounidense para Amazonía.
También explicó su donación de mil millones al Fondo Verde porque las economías avanzadas, dijo, deben dar “un paso adelante” y ayudar a los países en desarrollo, en los que el impacto del cambio climático es mayor a pesar de que han contribuido menos a provocarlo.
Por otro lado, Biden subrayó la necesidad de fortalecer el papel de las instituciones financieras multilaterales, “empezando por el Banco Mundial”, para la lucha contra el cambio climático.
“La seguridad climática, la energética y la alimentaria están relacionadas. Llamo a los bancos multilaterales a ampliar sus créditos” dirigidos al cambio climático, lo que “también acelerará la lucha contra la pobreza”, señaló el mandatario.
El evento de este jueves pretende “acelerar el progreso en cuatro áreas necesarias para mantener al alcance un límite de 1,5 grados centígrados de calentamiento”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.
Estas cuatro áreas son la descarbonización de la energía, el cese de la deforestación del Amazonas y otros bosques críticos, la reducción de emisiones contaminantes además del CO2, y el impulso de las tecnologías de captura y gestión de carbono.
Biden animó a los países cuyas metas para 2030 no estén alineadas con el objetivo (de 1,5 grados) “a que acudan a la COP28 de Dubái con una meta alineada”, explicó en una llamada con periodistas una funcionaria de alto nivel de la Administración del demócrata.
Además de la petición de fondos para el Fondo Amazonía, que el mandatario ya adelantó en febrero tras su reunión con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, la Corporación Financiera de Desarrollo de EE.UU. anunció que trabaja en un paquete de inversión de 50 millones de dólares para la Estrategia de Restauración del banco brasileño BTG Pactual.
Este proyecto busca restaurar unas 300.000 hectáreas de terrenos degradados en Brasil, Uruguay y Chile, movilizando inversiones por valor de mil millones de dólares. La mitad de los terrenos se protegerán de forma permanente mientras que la otra mitad se empleará en el cultivo de bosques sostenibles.
Esto permitirá capturar unas 35 millones de toneladas de carbono durante los próximos 15 años, según la Casa Blanca.
El mandatario animó también a los países participantes a adoptar medidas que permitan reducir a cero las emisiones contaminantes del transporte y la generación de energía, así como reducir la cantidad de compuestos perjudiciales para el medio ambiente, como el metano o los hidrofluorocarburos, que se producen.
Biden también defendió las inversiones en tecnologías de captura de carbono, que permitirían mitigar parte de las emisiones contaminantes que son ya inevitables, y pedirá a los países adoptar compromisos de cara a la COP28 en ese ámbito.