Nueva York, 31 may (EFE).- El actor español Marc Parejo ha pasado la mayor parte de su vida en un escenario pero por primera vez se enfrenta al reto de un monólogo, que marcará su debut en Nueva York y el de su compañía, con la pieza “Con los ojos cerrados” del dramaturgo italiano Lucca Pizzurro.
Su presentación en Nueva York es una asignatura pendiente desde hace tres años “cuando por cuestiones burocráticas” no pudo actuar, comentó a Efe el actor, que del 2 al 4 de junio estará en el Teatro Círculo en Manhattan.
Parejo ha regresado ahora a la Gran Manzana con su propia compañía, Maniac Producciones, para presentar el texto de Pizzurro, adaptado y dirigido por el también español Sergio Toyos.
Tiene intención de llevar posteriormente la obra a Argentina, México, Colombia y otros países de Latinoamérica.
“Poder hacer el estreno en Nueva York significa la recompensa a mucho esfuerzo y compromiso por el teatro”, indicó a Efe el actor, quien destaca el apoyo recibido del Consulado de España en Nueva York y el Teatro Circulo para su debut en esta ciudad.
Recuerda que lleva muchos años dedicado al teatro en todas sus variantes, que el escenario “es mi casa” pero nunca se había enfrentado a un monólogo, aunque dice estar disfrutando “mucho” el proceso de creación.
“Manejar tú mismo los tiempos, el ritmo y el pulso del monólogo es muy gratificante. Sobre todo, también cuando la producción es tuya, nuestra primera producción como compañía y productora”, afirma el actor, que fue uno de los protagonistas durante seis años de la serie española “Acacias 38”, una de las más largos en la historia televisiva de España y ha participado en muchas otras, entre ellas “Cuéntame cómo pasó”.
Para Parejo, el mayor reto con esta pieza fue meterse en la piel de Bruno, un personaje “de una complejidad psicológica enorme”, y así “poder empatizar con él” para lograrlo.
Explica que Bruno es un personaje de una apariencia aparentemente tranquila, una persona muy amable y afable con una gran voluntad de ayudar a los demás, pero tras esa máscara se esconde un sicópata”.
“Sometemos al público en una especie de juicio moral, donde tendrá que sacar sus propias conclusiones al final de la función”, indicó además el actor que se refiere al texto como “crudo y duro”.
“Creemos que este texto es ideal porque refleja una cruda realidad desgraciadamente vigente en los tiempos que estamos”, argumenta.
Asegura que empatizar con Bruno “es muy complicado” por su complejidad psicológica. “Para mí como actor fue lo mas difícil, saber desde qué lugar tenía que empezar a construir este personaje”.
Es una obra en la que, al tener un solo actor, la luz y la música se convierten en dos personajes más y en momentos de la función son el motor del personaje.
Parejo asegura tener listas varias propuestas para televisión y teatro que no quiere desvelar, pero tiene claro que su compañía Maniac, que comparte con su socio Nicolás Degliantoni, quiere seguir una “línea muy clara de teatro” con textos con una carga social importante y sobre todo “que sometan al espectador a un examen de conciencia”.