Redacción Deportes (EE.UU.), 11 feb (EFE).- Pese al escaso tiempo que ha pasado desde la llegada de los nuevos jugadores a Brooklyn, los Nets se mostraron compactos y completaron un gran partido este sábado que se les escapó en los últimos minutos frente a los Philadelphia 76ers (98-101).
Un parcial final de 2-14 favorable a los Sixers les permitió dar la vuelta al marcador con Joel Embiid liderando al equipo con 37 puntos y 13 rebotes. James Harden, en su primer partido en Brooklyn tras su marcha a Filadelfia, aportó 29 tantos.
Por parte de los Nets destacó Mikal Bridges, con 23 puntos pero ninguno de ellos en el último periodo.
Fue un día de estrenos en el Barclays Center: cuatro de los cinco titulares de los Nets llegaron en los últimos días y Bridges y Cameron Johnson debutaron con el equipo.
Estos nuevos Nets cuentan con jugadores muy similares en físico y estatura, un grupo muy homogéneo que Jacque Vaughn trata de aprovechar con una defensa agresiva, con cambios automáticos y amenazando constantemente al hombre con balón.
Esto generó incomodidad desde el salto inicial a los Sixers, que vieron cómo a los pocos minutos los locales tomaban la iniciativa en el marcador con rentas que llegaron hasta los diez puntos.
Un parcial de 16-2 en el primer cuarto, con Bridges y Johnson como protagonistas, demostró que la adaptación a Brooklyn va por buen camino.
Agarraron las riendas entonces Harden y Embiid para recuperar el ritmo de los Sixers y, tras doce minutos, el resultado era de 28-26 para Brooklyn.
Los Nets se apoyaron en los exteriores y el acierto en el triple se mantuvo con las rotaciones (6 de 12 desde el perímetro en el segundo cuarto).
Bridges, con 14 puntos al descanso, se mostró motivado y con energía, inspirado desde el perímetro y dedicando cada acierto al banquillo.
Además, Joe Harris sumó 12 puntos, todos desde el triple.
Pese a que la defensa de Brooklyn fue buena no evitó que Embiid y Harden tuvieran una anotación fluida y al intermedio llegaron con 17 puntos cada uno.
Un parcial de 12-2 al borde del descanso amplió la ventaja para los locales y los Nets se fueron la vestuario con un 60-52.
Brooklyn logró detener por unos minutos a Embiid, algo complejo por la diferencia de físico. Nic Claxton dio un paso al frente protagonizando una jugada espectacular con tapón sobre el pívot de los Sixers y corriendo toda la pista para culminar él mismo el ataque.
El dinamismo ofensivo de los Nets era notable, pero en este tercer periodo tuvieron más problemas para anotar.
Ambos equipos experimentaron una reducción drástica del acierto en tiro exterior. Brillaron más las defensas que los ataques, lo que permitió a Brooklyn mantener a los Sixers a una distancia prudencial.
El show de Bridges continuó (9 puntos en el tercer cuarto), pero quien también se soltó ofensivamente fue Embiid con 14 tantos.
Claxton no solo fue incapaz de frenarle más sino que también perdió los nervios en un par de ocasiones ante Georges Niang y Shake Milton, por lo que se cargó de personales y recibió una técnica.
Otra canasta de Embiid cerró el tercer cuarto para dejar a los Sixers a solo 6 puntos (82-76).
Los locales mostraron personalidad con buenas defensas aprovechando los minutos de descanso de Embiid pero no sentenciaron.
A siete minutos para el final y con -9, Embiid regresó a la cancha y la reacción fue inmediata: el aro se abrió y con un parcial de 2-14 se pusieron por primera vez arriba los Sixers.
Ningún titular de los Nets anotó en el último cuarto, salvo Spencer Dinwiddie, que hizo un mate tremendo para el 98-95 a 1.45 para el final.
Embiid en juego y Harden desde la línea de libres remataron. Bridges falló la jugada clave que Vaughn había preparado desde la pizarra con cinco segundos para el bocinazo.
Harden sentenció con dos tiros libres y, con tan solo 0.9 segundos, Dinwiddie metió un triplazo para haber mandado el partido a la prórroga pero la revisión de los árbitros confirmó que llegó fuera de tiempo.