Los Ángeles (EE.UU.), 2 dic (EFE).- En su mejor partido de largo en toda la temporada, Los Angeles Lakers, encabezados por un Anthony Davis formidable, se reivindicaron en Milwaukee con una excelente actuación colectiva que fundió a los poderosos Bucks de Giannis Antetokounmpo (129-133).
Tras un espantoso arranque del curso (2-10) y una prometedora reacción en un tramo sencillo del calendario (6-2), los Lakers empezaron hoy una exigente gira por el Este para calibrar realmente su nivel.
No pudieron comenzarla mejor ya que se llevaron un partido impresionante ante los Bucks, uno de los titanes de la liga, con un Davis extraordinario (44 puntos y 10 rebotes).
Antetokounmpo (40 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias) fue un rival temible para Davis en un duelo monumental.
Pero los Lakers contaron también con un LeBron James acertado en el desenlace (28 puntos, 6 rebotes y 9 asistencias) y un Russell Westbrook muy dinámico desde el banquillo (15 puntos, 7 rebotes y 11 asistencias).
Esta fue la séptima victoria en nueve partidos para unos Lakers (9-12) que, pese a ser uno de los peores equipos a domicilio de la NBA, se impusieron en Milwaukee a unos Bucks (15-6) que son la mejor defensa de la liga.
La noche fue además histórica para LeBron, que superó a Magic Johnson y ahora es el sexto jugador de la NBA con más asistencias.
También fue un día especial para Khris Middleton, que debutó este curso tras su lesión (17 puntos y 7 asistencias); y para Darvin Ham, entrenador de los Lakers y que regresó por primera vez a Milwaukee, donde ganó el anillo en 2021 como técnico asistente.
DAVIS CONTRA ANTETOKOUNMPO
La puesta en escena de los Lakers fue fantástica.
Davis empezó su recital a tope de revoluciones, tanto que al final del primer cuarto ya llevaba 13 puntos.
Westbrook aportó oxígeno desde el banquillo y dejó además una de las anécdotas del día al contar a gritos los segundos que tardaba en lanzar los tiros libres Antetokounmpo.
Al griego, siempre en el punto de mira por su lentísimo ritual desde la línea de personal, le pitaron 10 segundos ya en el tercer parcial.
Pero al margen de curiosidades, los angelinos dominaron el primer periodo ante unos Bucks demasiado volcados en el triple y pese a que LeBron se fue sin anotar al segundo cuarto (33-31).
Intensos y muy concentrados, la defensa de los Lakers continuó creciendo mientras LeBron y Davis empezaban a sacar petróleo en el bloqueo y continuación.
Así, los de púrpura y oro alcanzaron el +10 en el ecuador del segundo cuarto mientras ofrecían un baloncesto espectacular con impactantes jugadas como un gran mate de Davis tras fintar un triple o un dos más uno de malabarista de Westbrook.
Holiday sostuvo a unos Bucks a los que se les acumulaban las dudas, pero un canastón de Davis en “fade away” sobre la bocina cerró una magistral primera mitad de los Lakers ante un equipo local que no había encajado tantos puntos al descanso esta temporada (58-66).
La reacción de Milwaukee no se hizo esperar.
Con 14 puntos de Antetokounmpo y 11 más de Holiday, los Bucks llegaron a ponerse por delante a mediados del tercer periodo.
Milwaukee acabaría metiendo 39 puntos en ese vendaval ofensivo, pero un eléctrico Walker, con 14 puntos, resultó fundamental para que los Lakers llegaran arriba al desenlace (97-101).
Los de LeBron lo estaban haciendo todo bien pero no lograban despegarse, algo muy peligroso en un enorme partido de toma y daca y con un excitante aroma de playoff.
Así, un taponazo de Anteokounmpo a LeBron al contraataque y otro justo después de López a Davis incendiaron el Fiserv Forum de Milwaukee (114-114 con 6.11 por jugarse).
De la mano de un inspirado LeBron que metió 13 puntos en el último cuarto, los Lakers se pusieron con +3 a falta de dos minutos.
En ese momento llegó una de los instantes clave cuando Westbrook se tiró al suelo para pelear un balón a Middleton, LeBron aprovechó la confusión para llevarse la pelota y Davis culminó el contraataque con un mate (127-132 con 1.07 para el final).
Allen y Holiday fallaron dos triples para los Bucks en el último minuto y los Lakers, con un punto de fortuna, sellaron su espléndida noche con un golpe en la mesa que se escuchó en toda la NBA.
David Villafranca