Nueva York (EE.UU.), 27 oct (EFE).- Con un Luka Doncic magistral (triple-doble con 41 puntos, 11 rebotes y 14 asistencias), los Dallas Mavericks se llevaron este jueves una sufrida victoria en la prórroga y en Brooklyn ante unos Nets que siguen decepcionando y que solo llevan un triunfo en cinco partidos (125-129).
El esloveno, que dejó algunas jugadas mágicas que van directas a lo mejor de la semana en la NBA, se impuso en un espectacular duelo a Kevin Durant (37 puntos, 3 rebotes y 5 asistencias) y Kyrie Irving (39 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias).
Esta victoria da confianza a los Mavericks (2-2), que esta noche metieron 20 de 40 en triples, pero la derrota envuelve en aún más interrogantes a unos Nets (1-4) con la brújula averiada.
Reggie Bullock tuvo un triple sobre la bocina para ganar el encuentro pero los Mavericks tuvieron que esperar al tiempo extra para sellar su triunfo.
El controvertido Ben Simmons logró 7 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias para los Nets, con un robo clave en el final del último cuarto, mientras que el argentino Facundo Campazzo jugó tres minutos para Dallas y aportó un robo y una asistencia.
DONCIC IMPONE SU LEY
El arranque de los Nets estuvo lleno de promesas y buenos deseos.
Simmons buscó el aro con agresividad, Irving volaba sobre la pista y Brooklyn se plantó en 9-2 en poco más de tres minutos.
Sin embargo, ese gran arranque desapareció tan rápido como vino.
Así, los Mavericks se reengancharon al marcador con McGee primero haciéndose fuerte en la zona y después con un Doncic fantástico que acabó el cuarto en racha con 13 puntos (23-30).
El segundo parcial empezó con un improvisado concurso de triples: Hardaway Jr. y Wood afinaron la puntería en el perímetro de Dallas pero Brooklyn les dio de su propia medicina con Watanabe, O’Neale e Irving.
Cada vez más fallones, la segunda unidad de los texanos dilapidó la ventaja del primer cuarto antes de que regresara Doncic y entrara por primera vez al partido Campazzo.
El parcial llegó a ser de 13-2 para unos Nets revitalizados y con un Durant protagonista (51-43 con 4.24 para el descanso).
Entonces Doncic se echó el equipo a la espalda, primero con un estupendo contraataque con asistencia de Campazzo y luego con un mate remontando la línea de fondo, y los Mavericks, con un gran 10 de 19 en triples, se marcharon al descanso por delante y con buenas sensaciones tras un tramo de dudas (59-61).
El esloveno había dejado destellos de magia en la primera mitad, pero lo mejor de su show llegó en el tercer cuarto.
Imparable para la frágil defensa de los Nets, Doncic deslumbró en la reanudación con 15 puntos y dio la impresión de jugar con sus rivales a su antojo.
Demasiado grande para los Nets en el poste, demasiado potente en sus penetraciones y demasiado hábil para asistir a sus compañeros, el base regaló además una maravilla con un pase de espaldas y sin mirar para la canasta de Kleber (84-90).
Si los Nets querían remontar tenían que aprovechar los minutos de Doncic en banquillo.
Irving se puso manos a la obra, con 10 puntos y una fabulosa exhibición de destreza ofensiva, pero los Mavericks conservaron su ventaja hasta que regresó su estrella (100-99 con 6.34 para el final).
Un parcial de 7-1 con Durant dando las órdenes llevó a los Nets a ponerse +4 con solo 3.30 por jugarse.
Pero entonces se le apagaron las luces a los neoyorquinos, que estuvieron tres minutos sin anotar y que llegaron al desenlace por detrás y frente a un Doncic lanzado (112-110).
Dos jugadas clave en defensa permitieron sobrevivir en el último minuto a los de Steve Nash: un tapón de Durant a Doncic y un robo de Simmons al esloveno.
Fue Simmons además el que lanzó un contraataque clave que culminó Durant con un mate para empatar el partido a 112-112 y mandar el partido a la prórroga tras el fallo en el triple de Bullock sobre la bocina.
Pero esa igualdad máxima se desvaneció en el tiempo extra, donde Doncic se puso al frente de una engrasada circulación de balón de los Mavericks (con dos asistencias por la espalda para los triples y de Kleber y Bullock) y Dallas certificó un importante triunfo ante unos Nets que no encuentran consuelo.