Nueva York, 29 ene (EFE).- Los New York Knicks sumaron este miércoles su quinto triunfo consecutivo tras vencer por 122-112 a los Denver Nuggets de un Nikola Jokic muy lejos de su nivel habitual.
El tres veces MVP de la NBA tuvo problemas de faltas en el primer cuarto y nunca llegó a encontrar su ritmo en el Madison Square Garden hasta acabar solo con 17 puntos (6 de 15 en tiros), 6 rebotes y 6 asistencias.
Quien sí brilló con luz propia fue Jalen Brunson en los Knicks con 30 puntos (10 de 16) y 15 asistencias.
Los neoyorquinos (32-16) tienen ocho partidos seguidos en Nueva York (contando uno a domicilio en Brooklyn) y de momento lo están aprovechando de lujo con un 5-1 a falta de medirse el sábado a Los Angeles Lakers y el lunes a los Houston Rockets.
En cambio, los Nuggets (28-19) han sufrido tres derrotas seguidas. Jamal Murray lo intentó todo para suplir a Jokic pero sus 33 puntos (13 de 25) y 6 asistencias no fueron suficientes. Russell Westbrook aportó 14 puntos y 14 rebotes.
Brunson no fue el único que destacó en los Knicks, que volvieron a presumir de una aportación muy coral de su quinteto titular, un ataque engrasado y una defensa por momentos asfixiante.
Así, OG Anunoby (23 puntos con 5 de 7 en triples), el dominicano Karl-Anthony Towns (14 puntos y 10 rebotes), Mikal Bridges (13 puntos), Josh Hart (15 puntos) y Miles McBride (12 puntos desde el banquillo) dejaron su huella en el triunfo de los de la Gran Manzana.
La ofensiva local ha arrasado en los últimos partidos con 143 puntos ante los Sacramento Kings, 143 puntos contra los Memphis Grizzlies y 122 puntos ante los Nuggets, lo que supone la mayor anotación combinada de los Knicks en tres encuentros en toda su historia.
Jokic ausente, Brunson presente
No pudo empezar peor el partido para Jokic, que hizo dos bobas faltas a Towns en minuto y medio que fueron celebradas por el Madison Square Garden como si fueran un triple de los Knicks.
El balcánico tuvo que marcharse al banquillo tras solo dos minutos en cancha y los Knicks lo explotaron de inmediato (12-6 con 8.39 por jugarse).
El primer cuarto amenazaba con hacerse muy largo a Denver ya que cada posesión sin Jokic les costaba un mundo ante la agobiante presión de los Knicks, pero al rescate salió Murray con 11 puntos incluido un triple en los últimos segundos.
Así, los Knicks que habían dominado el primer cuarto con 8 puntos por cabeza de Brunson y Anunoby y que forzaron 4 pérdidas de balón de los Nuggets (por 0 suyas) solo pudieron conseguir un 31-27 sin Jokic enfrente.
El ímpetu local fue decayendo según avanzaba el segundo cuarto. En cambio, la mejoría de los Nuggets, tirando de garra, animó a Mike Malone a reservar aún más a Jokic y cuando el titán serbio volvió por fin a la pista las opciones de Denver se mantenían intactas (43-37 con 7.14 para el intermedio).
Sin embargo, el efecto Jokic no se dejó notar, el encuentro se atascó y los dos equipos dejaron todo por resolver para la segunda mitad (60-54).
Anunoby (14 puntos) y Brunson (12 puntos y 6 asistencias) por Nueva York y Murray (14 puntos) y Wesbrook (9 puntos y 7 rebotes) en Denver fueron los máximos anotadores al descanso.
Dormidos regresaron los Knicks, que encajaron un parcial de 6-20 en cinco minutos entre despistes en la pintura, falta de contundencia en defensa y nada de picante en ataque. Murray se lo hizo pagar hasta el 66-74.
La cuarta falta de Murray y la inspiración de Brunson revitalizaron a los Knicks, principalmente porque el base se echó el equipo a la espalda con 18 puntos en un tercer periodo magistral.
También la defensa se creció con varias acciones de mucho mérito -como un fabuloso robo de Hart- y los Knicks recuperaron la ventaja y, sobre todo, sensaciones para el último cuarto (93-86).
Sin que los Knicks se despegaran ni los Nuggets se descolgaran, el duelo parecía irse a un final muy apretado con Denver tratando por todo los medios de activar a Jokic.
Pero una secuencia clave de tapón de Towns a Westbrook, 'alley-oop' de Brunson a Bridges y canasta al contraataque de Hart colocó un +10 a falta de 2.44 que Denver ya no pudo discutir.
David Villafranca