Redacción Deportes (EE.UU.), 19 abr (EFE).- En un vibrante partido y con Brandon Ingram como estrella, los New Orleans Pelicans tomaron este martes Phoenix (114-125) para igualar 1-1 su serie de primera ronda ante unos Suns que, además de la derrota, se fueron preocupados por la lesión de Devin Booker.
El escolta, que había deslumbrado en la primera mitad con 31 puntos, se lesionó en los isquiotibiales de la pierna derecha en el tercer cuarto y se quedó con rostro muy serio en el banquillo lo que restaba de partido.
El entrenador de los Suns, Monty Williams, dijo tras el encuentro que el miércoles tendrán más información de la lesión.
Primeros del Oeste con el mejor balance de la liga, los Suns no pudieron frenar a unos Pelicans arrebatadores y con un Ingram excepcional: 37 puntos (13 de 21 en tiros), 11 rebotes y 9 asistencias.
CJ McCollum (23 puntos, 8 rebotes y 9 asistencias) también brilló en unos Pelicans que controlaron el rebote (43-33) y que metieron el 54,8 % de sus tiros (17 de 30 en triples).
El español Willy Hernangómez no jugó en los Pelicans mientras que José Alvarado, de raíces mexicanas y puertorriqueñas, logró 8 puntos (3 de 3 en tiros), 3 asistencias y un robo.
La serie viaja ahora a Nueva Orleans, donde el viernes se jugará el tercer partido y el domingo se disputará el cuarto.
ESPECTACULAR BOOKER…
Los Pelicans salieron muy enchufados.
Dominando el rebote y con valentía en ataque, los de Nueva Orleans tomaron la ventaja en el primer cuarto (30-28) con Ingram (11 puntos) y McCollum (7 puntos) liderando la carga.
Booker estuvo espectacular en el parcial inicial (16 puntos con 4 de 6 en triples) pero los Suns, habitualmente un equipo muy coral, le dejaron demasiado solo.
Bajo las órdenes de Paul, la segunda unidad puso picante a los Suns con Bridges, McGee y Payne aportando su granito de arena y sumando en defensa (42-41 con 5.23 para el descanso).
El regreso de Booker consolidó la mejoría de los Suns, ya que el escolta volvió a la pista tan arrollador como en el primer cuarto y se mostró letal desde el triple.
Así, los Suns se marcharon al vestuario por delante (61-56) gracias a un triple desde el logo y sobre la bocina de Booker que culminó su extraordinario recital en la primera mitad: 31 puntos con 12 de 18 en tiros (7 de 10 en triples).
… Y ENORME INGRAM
Pese al torbellino de Booker, los Pelicans habían dado una imagen muy sólida.
De esta forma, los visitantes continuaron con su hoja de ruta en la reanudación y, con un Ingram explosivo, retomaron el control del partido en un estupendo inicio del tercer cuarto (67-71 con 7.49 por jugarse).
El encuentro ganó en velocidad, algo que beneficiaba a los Pelicans, y también en revoluciones: Bridges puso un gran tapón en el poste a Hayes y éste respondió con un taponazo a Bridges a dos manos en la siguiente jugada.
En cualquier caso, el viento soplaba a favor de los Pelicans, que afilaron su defensa para correr al contraataque, que contaron con un Ingram diferencial (14 puntos en el tercer cuarto) y en los que Hayes y Nance Jr. aumentaron la versatilidad de su ofensiva.
Booker se quedó sin anotar en el tercer cuarto y ya no jugó más por su lesión, por lo que los Pelicans llegaron mandando al desenlace (83-90) tras un 22-34 en el penúltimo parcial.
Johnson y Bridges tiraron de casta para unos Suns que se pusieron por delante brevemente (96-95 con 8.22 para el final).
Sin embargo, los Pelicans sacaron el martillo en esos últimos ocho minutos (18-30 de parcial) con Valanciunas pegándose con todos en la zona, con McCollum como un asesino silencioso y con un Ingram que cerró su espléndida noche con una exhibición de poderío anotador.