Redacción Deportes (EE.UU.), 12 feb (EFE).- La defensa de los Bucks, siempre sospechosa a lo largo de esta temporada, fue este lunes el arma letal de Milwaukee para aplastar a los Denver Nuggets, vigentes campeones de la NBA, por 112-95.
Desde que llegó al banquillo Doc Rivers, los Bucks acumulan un discreto 3-5, pero en sus dos últimos partidos los de Giannis Antetokounmpo han dejado a sus rivales por debajo de los 100 puntos (120-84 ante los Charlotte Hornets el pasado viernes).
El triunfo de este lunes fue especialmente impactante puesto que a finales del tercer cuarto ya iban ganando de 28 puntos y pudieron dar descanso a sus figuras en el desenlace.
Antetokounmpo impartió una clase magistral con 36 puntos (imperial 14 de 19 en tiros de campo), 18 rebotes y 5 asistencias. El titán griego se impuso a un Nikola Jokic también sensacional con 29 puntos (13 de 25), 12 rebotes y 8 asistencias.
El serbio perdió 5 balones, pero aun así la gran diferencia entre Milwaukee y Denver fue la aportación de los acompañantes. Damian Lillard (18 puntos sin jugar el último cuarto) y Bobby Portis (13 puntos y 8 rebotes) respaldaron a Giannis pero Jamal Murray se quedó en solo 3 puntos al lado de Jokic y no disputó la segunda mitad por molestias en la tibia.
Los Nuggets, que venían de otra derrota sonora ante los Sacramento Kings (135-106), también perdieron durante el encuentro a Kentavious Caldwell-Pope, que solo jugó el cuarto inicial y que ya no saltó más a la cancha por dolor en los isquiotibiales.
En total, los Bucks (35-19 de balance) metieron un 50 % en tiros de campo y un enorme 47,1 % en triples (16 de 34) mientras que los Nuggets (36-18) se estrellaron con un 38,3% en tiros de campo y un 27,5% desde el perímetro.
La defensa marca el camino
La noche no pudo empezar peor para los Nuggets, que fallaron 8 de sus 9 primeros tiros y que se encontraron con un 11-2 en contra en menos de 4 minutos.
El tiempo muerto de Mike Malone frenó en parte a unos Bucks que habían arrancado con una muy buena actitud en defensa y corriendo todo lo que podían en ataque.
Aunque la clave del despertar de Denver fue Jokic, que acabó el cuarto inicial con 14 puntos para que los de Colorado no se desangraran a las primeras de cambio (28-23).
La receta de defensa más transición continuó dando excelentes réditos a los locales, que dieron un buen zarpazo al marcador hasta bordear los 20 puntos de diferencia (43-26 con 7.17 para el descanso).
Dos tiempos muertos pidió Malone sin detener el vendaval y la última jugada que llevó a ese segundo parón resumió perfectamente la situación de la noche: Jokic recibió un dos para uno con Antetokounmpo en la ayuda, los Bucks robaron el balón y Lillard asistió al contraataque a un Portis que se lució con un mate.
Pese a todas las trampas que le tendieron los Bucks, Jokic seguía anotando con mucha facilidad.
El problema para Denver eran el resto, ya que ni Murray, ni Michael Porter Jr. ni Aaron Gordon encontraban el camino al aro. Su primera parte fue un espanto tal que se combinaron para un lamentable 2 de 15 en tiros y solo 6 puntos.
Todo lo contrario vivió Antetokounmpo, avasallador en la zona con 26 puntos (10 de 12 en tiros) y 9 rebotes.
El griego superó en un duelo de altura a Jokic con 23 puntos (10 de 18) y 6 rebotes y los Bucks se fueron al descanso con una amplia ventaja (60-44) y tras haber forzado 8 pérdidas de balón a sus rivales.
No hubo respuesta por parte de los Nuggets en la reanudación, que además acusaron la ausencia de Murray en la segunda mitad. Gordon reaccionó con 11 puntos en el tercer cuarto pero fue insuficiente frente a la avalancha de Milwaukee.
Antetokounmpo seguía imponente en la zona, pero en ese periodo el mejor de los Bucks fue Lillard con 14 de los 18 puntos que logró en toda la velada
Con sus estrellas a pleno rendimiento, los Bucks colocaron un 91-63 demoledor al final del tercer periodo y el último cuarto fue un mero trámite.