Redacción Deportes (EE.UU.), 15 may (EFE).- Con una lluvia récord de triples (22), los Boston Celtics se impusieron por 109-81 en el séptimo partido contra los Milwaukee Bucks, vigentes campeones de la NBA, y se clasificaron para las finales de la Conferencia Este, en la que se medirán con los Miami Heat.
Empujados por los siete triples de Grant Williams (27 puntos), los cinco de Jayson Tatum (23) y los cuatro de Payton Pritchard (14), los Celtics tumbaron a unos Bucks que apenas anotaron cuatro tiros de tres puntos y que entregaron el cetro de campeones conquistado el año pasado.
El equipo de Ime Udoka remontó un 2-3 adverso y se enfrentará a los Heat, que eliminaron a los Philadelphia 76ers, con el primer partido fijado para este martes.
Tatum, el líder del trascendental triunfo logrado en el sexto partido de Milwaukee, anotó 23 puntos, con seis rebotes y ocho asistencias, pero el gran protagonista fue Grant Williams, con la mejor actuación de su carrera. Selló siete triples de 18 y también logró seis rebotes y dos taponazos.
El griego Giannis Antetokounmpo no pudo evitar la debacle de sus Bucks, pese a aportar 25 puntos, 20 rebotes y nueve asistencias.
El TD Garden de Boston volvió a vivir un partido histórico, en una de las series más tensas e igualadas de los últimos años, y los aficionados locales empujaron con todo a los hombres de Ime Udoka.
El único momento de respetuoso silencio se vivió en los prolegómenos del partido, cuando la NBA pidió un minuto de silencio para honrar a las diez víctimas del tiroteo del sábado en Buffalo (Nueva York).
GIANNIS SE QUEDA SOLO
En ese ambiente, con una mezcla de entusiasmo, tensión y electricidad, los Bucks intentaron marcar territorio con un arranque potente al ritmo de Giannis, que marcó o asistió en los trece primeros puntos de su equipo y llegó al descanso participando en 33 de los 43 puntos de los suyos.
El ‘Greak Freak’ llevaba ya diez puntos, siete rebotes y seis asistencias cuando subió el 24-14 al marcador, frente a unos Celtics que comenzaron sin acierto, con un uno de ocho en tiros, pese a construir buenas jugadas ofensivas.
El equipo de Ime Udoka, sin embargo, adquirió mentalidad y confianza. Mantuvo fe en su juego y poco a poco recogió el premio, guiado por los 17 puntos de Jayson Tatum en dos cuartos.
Pasaron de un cinco de 26 a un seis de seis para remontar y colocarse por delante 32-30 con un mate de Al Horford y siguieron pisando el acelerador con Tatum y Smart hasta conseguir cinco puntos de renta al ecuador del choque (48-43).
El propio Smart puso su firma en ese margen con una monumental jugada en los últimos segundos del segundo cuarto. Robó el balón a Giannis e intentó de forma inmediata un tiro desde el centro del campo, lo que provocó una falta del griego y tres tiros libres que ampliaron la ventaja y la confianza de los Celtics.
FESTIVAL DE TRIPLES DE LOS CELTICS
Si el segundo período acabó mal para los Bucks, el tercero comenzó aún peor. Grant Williams, Tatum, que lucía un cinco de cinco desde el perímetro, y Brown, a pase del propio Tatum, conectaron tres triples seguidos para incrementar el margen hasta el 59-47 y forzar el tiempo muerto de unos Bucks que fallaron doce tiros de tres puntos consecutivos.
Pese a que Tatum tuviera problemas de faltas, al cometer la cuarta por un golpe a Pat Connaughton a mediados del tercer cuarto, los Celtics siguieron contundentes desde los tres puntos y Grant Williams, con tres triples, mantuvo con una sólida ventaja a los suyos (76-60).
El triple fue el azote de los Bucks, que fallaron trece veces seguidas antes de romper su racha negativa y solo conectaron cuatro de 25 con diez minutos por jugar, frente a unos Celtics que sellaron 17 de 41 para escaparse hasta el 87-68.
Cada uno de ellos aumentaba la confianza del equipo de Ime Udoka, que acabó su partido dedicándose casi completamente a lanzar tiros de tres puntos.
Con los Bucks ya descolgados y asumiendo la derrota, Pritchard y Smart sellaron dos triples para el 97-75 que convirtió los últimos minutos en una formalidad.
La sustitución de Giannis con 2.03 por jugar se quedó como el símbolo del revés de los Bucks, en un TD Garden en el que se desató la fiesta por alcanzar las finales de Conferencia.
Un premio para el equipo de Ime Udoka, que llegó a mediados de febrero con menos de 50 % de victorias en la temporada regular y que acabó el año con un balance de 28-7, hasta arrancar un camino magnífico en estos ‘playoffs’ que tendrá a los Heat como próximo obstáculo.
Andrea Montolivo