Redacción deportes (EE.UU.), 21 may (EFE).- Bam Adebayo, con un doble-doble de 31 puntos y diez rebotes, lideró este sábado a los Miami Heat en el triunfo por 109-103 contra los Boston Celtics en el TD Garden que le dio al equipo de Erik Spoelstra una ventaja 2-1 en las finales de la Conferencia Este de la NBA.
Tras ser superados por completo en el segundo partido, acabado con victoria de los Celtics por 127-102, los Heat se reivindicaron con una victoria de carácter en el Garden, pese a perder a su líder Jimmy Butler por un problema en la rodilla derecha que le obligó a retirarse tras el descanso.
Adebayo, que no había sido decisivo en los dos primeros encuentros de la serie, logró 31 puntos, diez rebotes y seis asistencias para lanzar a los Heat frente a unos Celtics que, tras perder por 26 puntos en el segundo cuarto, habían conseguido acercarse hasta tan solo un punto en el último período.
Si Butler solo anotó ocho puntos en 19 minutos en la pista, Miami pudo contar con el sólido regreso de PJ Tucker (17 puntos y siete rebotes), que estaba en duda para esta cita al arrastrar molestias, y Kyle Lowry (once puntos, seis asistencias, cuatro robos), que no jugaba desde el 9 de mayo contra los Philadelphia 76ers.
Miami consiguió domar a unos Celtics que por momentos saborearon la idea de una remontada épica al ritmo de Jaylen Brown, autor de 40 puntos, su mejor registro en ‘playoffs’, con nueve rebotes, y del dominicano Al Horford, quien aportó un doble-doble de 20 puntos y catorce rebotes.
Tatum fue contenido por la agresiva defensa de los Heat y no pasó de los diez puntos, seis rebotes y cuatro asistencias.
ADEBAYO LANZA A LOS HEAT
Heridos por la contundente derrota sufrida hace dos días en casa, los Heat salieron a morder y, empujados por 16 puntos de un fantástico Bam Adebayo, llegaron a tener una ventaja de 26 puntos nada más empezar el segundo período en el 46-20.
Adebayo, que apenas había acumulado 16 puntos en los dos primeros partidos de la serie, dirigió a unos Heat que dominaron a los Celtics en los dos lados de la pista, con porcentajes ofensivas que superaban el 60 % y una gran agresividad para frenar el poderío ofensivo de los hombres de Udoka.
Pero Boston demostró una vez ser un equipo sólido, con coraje y fe en su juego. Lo demostró con una reacción tremenda empezada al ritmo de Al Horford, siempre pronto a luchar en la pintura (8 rebotes en la primera mitad) y por un Tatum que cerró con un triple sobre la bocina un parcial de 10-0 que recortó a quince puntos la desventaja para ir a los vestuarios al descanso (62-47).
SMART Y BROWN REMONTAN
Los Heat acabaron el período sufriendo el ritmo y el ímpetu de Boston y, al regresar tras la pausa, no pudieron contar con Jimmy Butler, quien arrastraba un inflamación en la rodilla derecha.
Su ausencia, por su peso técnico y su capacidad de liderazgo, dejó tocados a los Heat, aunque el susto mayor fue para los Celtics, cuando Marcus Smart acabó tendido al suelo gritando por el dolor tras un muy feo esguince de tobillo.
El mejor defensa del año regresó a los vestuarios ayudado por dos miembros del cuerpo técnico de los Celtics, pero, cuando su equipo parecía acabado, desató la euforia del Garden al regresar a la pista.
Fue él mismo en conectar el triple que recortaba la distancia a diez puntos (72-62) en el tercer cuarto, lo que forzó el tiempo muerto de Spoelstra y provocó una larga y sentida ovación de sus aficionados.
La intensidad del encuentro, ya altísima, se disparó en el cuarto período. En la batalla, Tatum tuvo que retirarse algunos minutos por un dolor en el hombro derecho, antes de volver a competir.
BOSTON PAGA LOS 24 BALONES PERDIDOS
Brown, con unas jugadas extraordinarias, consiguió acercar a los Celtics hasta un solo punto en el 93-92 tras liderar un parcial de 12-0 de los hombres de Ime Udoka, pero los ingenuos balones perdidos de su equipo terminaron pasándole factura.
Strus logró un valioso triple para alejar a Boston y Adebayo alcanzó los 29 puntos personales para darle a Miami un margen de ocho unidades en el 100-92.
El último balón perdido llegó con el 101-94, con un malentendido entre Williams y Smart que regaló a Miami el 103-94 que sentenció el partido y dio un trascendental triunfo a Miami a domicilio.