São Paulo, 30 may (EFE).- El delantero Endrick confesó este jueves sentirse “feliz y triste al mismo tiempo”, tras jugar su último partido con Palmeiras, antes de concentrarse con la selección brasileña para disputar la Copa América para luego poner rumbo al Real Madrid.
“Ahora es difícil hablar, pero estoy muy feliz, ya lloré allí y voy a intentar no volver a llorar para estar tranquilo”, dijo el camisa 9 sobre el césped del Allianz Parque de São Paulo, luego de empatar con San Lorenzo de Almagro (0-0) en la última jornada de la fase de grupos de la Copa Libertadores.
El ariete agradeció “todo lo que ha hecho y hace” por él Palmeiras, el club donde se formó desde que era un niño y con el que ha jugado poco menos de dos años en la primera plantilla.
En julio, cuando complete 18 años, se marchará a la capital de España para unirse a las filas del Real Madrid.
Endrick también se acordó de su familia, su novia, su equipo de asesores y sus compañeros de club por estar “realmente” con él durante todo este tiempo.
“Palmeiras es una familia para mí”, sostuvo.
Próximo desafío: la Copa América
Antes de hacer la pretemporada europea con los merengues, Endrick viajará en las próximas horas a Estados Unidos para unirse a la concentración de la Canarinha con vistas a la Copa América, que comenzará el 20 de junio.
“Estoy muy feliz por poder representar a mi país. Esperamos poder vencer, pero sabemos que será difícil; hay equipos excelentes”, explicó.
No obstante, el joven artillero destacó que son un equipo “muy unido” en “un nuevo ciclo”.
“Se está creando una nueva familia. Sabemos que será difícil”, pero seguiremos las órdenes del seleccionador (Dorival Júnior), apuntó.
Y completó: “Es un equipo muy joven, entonces vamos a bromear, sonreír y hacer goles (…) y, si Dios quiere, conquistaremos la Copa América”.