Chicago (EE.UU.), 16 abr (EFE).- El mexicano Javier “Chicharito” Hernández, delantero de Los Ángeles Galaxy, se topó este sábado con el muro del Chicago Fire y su equipo no pasó del 0-0 en su visita al Soldier Field, al que acudieron más de 30.000 espectadores, mucho de ellos latinos, para ver jugar a la estrella del conjunto angelino.
Tras decidir la semana pasada el derbi de Los Ángeles, Chicharito no consiguió derrumbar la rocosa defensa del Fire, un equipo que basa sus ambiciones en la MLS en la solidez defensiva y el juego al contragolpe.
El delantero mexicano, que llegaba a Chicago tras marcar cinco goles en seis jornadas de la MLS, realizó un gran trabajo al servicio del equipo y saboreó el gol nada más empezar la reanudación, pero el colegiado se lo anuló por posición de fuera de juego.
Se jugó en un Soldier Field que registró su récord de aforo en esta temporada, con 30.282 espectadores. Había varias banderas de México en la grada y, como se esperaba, muchos aficionados latinos corearon y aplaudieron a Chicharito cada vez que tocaba el balón.
Y es que Chicago cuenta con una importante comunidad mexicana, de casi 1.1 millones de personas, que esperaban con gran expectación la llegada de su compatriota.
El encuentro, como habitual en los del Fire, fue intenso, duro y competitivo. El técnico Ezra Hendrickson insiste mucho desde el comienzo de la temporada en que sus jugadores deben respetar la identidad trabajadora de la ciudad que representan.
Y al Fire no le faltó agresividad, con jugadores como el argentino Federico Navarro o el paraguayo Gastón Giménez que dieron una importante aportación para contener a la rápida delantera de los Galaxy, en la que el brasileño Douglas Costa y el francés Samuel Grandsir intercambiaban de forma constante sus posiciones en el intento de abrir espacios.
Chicharito lo intentó con unas voleas para rematar los centros colgados en el área, pero le faltó puntería en la noche de Chicago.
Además, a los cinco minutos de la reanudación, poco después del gol anulado a Chicharito, también Douglas Costa consiguió enviar el balón al fondo de las mallas.
Sin embargo, tras varios minutos de controles del VAR, la diana fue anulada por posición de fuera de juego del exjugador del Juventus o del Bayern Múnich.
Los Galaxy fueron superiores durante la mayoría del choque, pero el Fire reaccionó en la segunda mitad y llegó a tener la ocasión más clara del partido en las botas del polaco Kacper Przybylko.
Sin embargo, el delantero fracasó a la hora de regatear al meta rival en un mano a mano y desaprovechó la oportunidad de la ventaja.
En el otro lado de la cancha, los Galaxy dieron paso al mexicano Efraín Álvarez, quien dejó detalles de clase y movió el balón con inteligencia, aunque la zaga de Chicago, ayudada constantemente por un excelente Fede Navarro, aguantó con seguridad.
El propio argentino Navarro, un centrocampista de gran mentalidad defensiva formado en Talleres Córdoba bajo el ejemplo de Pablo Guiñazú, contuvo a un Chicharito que, al acabar el partido, se detuvo a su lado para intercambiar un abrazo y charlar.
Los dos jugadores protagonizaron unos intensos duelos, con faltas y protestas durante el encuentro, pero dieron muestra de su respeto recíproco al acabar una noche con empate a cero.
El Galaxy ocupa la tercera posición en el Oeste, a tres puntos del Austin FC, mientras que el Fire es séptimo en el Este, en zona de ‘playoffs’.
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– Ficha del partido:
0 – Chicago Fire: Slonina; Sekulic, Omsberg, Czichos, Pineda, Navarro; Ivanov (Reynolds, m.72), Giménez, Fede Navarro, Bornsten (Espinoza, m.62); Przybylko (Durán, m.78).
0 – Los Ángeles Galaxy: Bond; Araujo (Kljestan, m.88), Coulibaly, Williams, Edwards; Leerdam, Ravelosom; Delgado, Grandsir (Álvarez, m.46), Douglas Costa (Cabral, m.72); Chicharito.
Árbitro: Ted Unkel. Mostró cartulina amarilla a Czichos (m.24), Pineda (m.44), Giménez (m.49), Miguel Navarro (m.70) del Fire, y a Edwards (m.38), Coulibaly (m.76) , de los Galaxy.
Incidencias: Partido correspondiente a la séptima jornada de la MLS estadounidense disputado en el Soldier Field de Chicago (Illinois, EE.UU.) ante 30.282. espectadores.
Andrea Montolivo