San Juan, 31 oct (EFE).- La Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NSF, en inglés) anunció este jueves que el centro científico Arecibo 3, que se ubicará en el antiguo observatorio puertorriqueño de Arecibo, se inaugurará en 2025 y no este próximo mes de noviembre como estaba previsto.
“Al ampliar el plazo, podemos garantizar que el centro disponga del tiempo que necesita y, al mismo tiempo, aprovechar una oportunidad única para ponerlo en marcha durante el 75 aniversario de la NSF”, afirmó en un comunicado el director de la NSF, Sethuraman Panchanathan.
Panchanathan resaltó que la apertura del Centro de Arecibo para la Educación Científica Culturalmente Relevante e Inclusiva, Habilidades Computacionales y Participación Comunitaria (Arecibo 3) refleja su compromiso de “larga data con el progreso científico y la educación”.
Este cambio de fecha se debe a retrasos en la programación y en el transporte de equipos esenciales a la isla, así como en los esfuerzos para garantizar que el centro cumpla con los estándares requeridos de acceso e inclusión.
Por otro lado, el aplazamiento permitirá al equipo del C3 de Arecibo hacer los arreglos necesarios y ajustar su estructura organizativa tras la reciente decisión de la Universidad del Sagrado Corazón de establecer una colaboración con el proyecto.
El centro tiene como objetivo preservar y ampliar el legado del Observatorio de Arecibo dentro de Puerto Rico y la comunidad de Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas (STEM, en inglés).
El Arecibo C3 contará con un laboratorio de investigación y un centro científico interactivo que se concentrará en temas científicos, investigaciones e innovaciones.
El centro incluirá la ‘Exposición del Legado del Observatorio de Arecibo’, que celebrará las contribuciones del observatorio a la astronomía y los descubrimientos científicos.
El radiotelescopio de Arecibo era uno de los más grandes del mundo de un solo plato, de 305 metros del longitud y soportaba 900 toneladas de peso, hasta que durante el 2020 se fueron rompiendo varios cables y acabó colapsando en diciembre de ese año.
La lista de investigaciones y programas que se desarrollaron en sus casi seis décadas de funcionamiento es larga e incluye descubrimientos como la distribución del hielo polar en Mercurio, en el año 1994, o la repetición de ráfagas de radio rápidas desde fuera de nuestra galaxia, en 2016.